La vicepresidenta y portavoz del Gobierno de Extremadura, Cristina Teniente, dió a conocer ayer una nueva línea de microcréditos con condiciones ventajosas, destinada a mujeres empresarias y emprendedoras, dotada con un millón de euros.
La vicepresidenta, quien compareció en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno, señaló que esta nueva línea de financiación empleará fondos de la empresa pública Extremadura Avante y la garantía de EXTRAVAL (Sociedad de Garantía Recíproca Extremeña de Avales), y permitirá que las mujeres empresarias puedan solicitar créditos por importe de entre 5.000 y 25.000 euros.
El plan de amortización será de entre 36 y 60 meses, con hasta doce meses de carencia, y a un tipo de interés variable del euribor (referenciado a seis meses) más un tres por ciento.
Para poder acceder a estos microcréditos las empresarias tendrán que dirigirse a uno de los Puntos de Activación Empresarial (PAE) de la Comunidad Autónoma, en el que se realizarán, dijo la vicepresidenta, “todas las gestiones que se deriven de la tramitación”, que está previsto se pueda realizar en el plazo de un mes.
Como beneficiarias de esta línea de financiación la vicepresidenta señaló a las empresarias autónomas con residencia fiscal en Extremadura y a las sociedades mercantiles cuya mayoría accionarial corresponda a empresarias autónomas.
Como requisito se exige que las interesadas aporten al menos el 15 por ciento de la inversión prevista y presenten un plan de negocio viable, como ya es preceptivo para poder demandar las ayudas del Plan de Autónomos.
Esta nueva línea de microcréditos, según explicó la vicepresidenta, forma parte de la llamada Estrategia Ser Empresaria, que se encuentra en “pleno desarrollo” y que ya ha beneficiado a 4.500 mujeres en la región.
La portavoz del Ejecutivo insistió en que esta estrategia es “única” en nuestro país por sus características, que están orientadas a facilitar que aumente el número de “mujeres que apuesten por el emprendimiento”.
Esta estrategia, añadió, ha sido sensible a los problemas con los que se enfrentan las mujeres que quieren emprender un negocio, como son “la brecha de género”, la “conciliación” y los “obstáculos” que encuentran a la hora de acceder a la financiación.