El presidente de CEOE, Juan Rosell, ha señalado que la economía sumergida es corrupción y que todos debemos combatirla y así se podría recaudar por IVA cantidades más cercanas a las que recaudan países de nuestro entorno, como Francia que consigue 140.000 millones de euros, cuando España está entre los 58.000 y 59.000 millones.
En el transcurso de una entrevista en el programa Espejo Público de Antena 3 Televisión, Juan Rosell ha subrayado que las propuestas que realizan los partidos políticos deben estar cuantificadas para ser serias “ya que de ilusiones no se vive”. Con respecto a la mejora de la economía, indicó que los datos demuestran que está mejor que hace tres años porque crece más de lo esperado y se está creando empleo pero que no puede pasarse del infierno al cielo ni del pesimismo al optimismo en cinco minutos ya que la profundidad de la crisis hace que la recuperación evolucione más pausadamente.
En todo caso ha manifestado que las noticias amparan la mejora, refiriéndose a la bajada del precio del petróleo; al menor consumo de este en España que ha pasado de 1,6 millones de barriles diarios a 1,2 millones, la bajada de los tipos de interés y a las exportaciones de las empresas españolas que representan el 34% del PIB y que se han multiplicado por dos en unos quince años, algo que en Europa solo ha conseguido Alemania.
Ha afirmado también que la economía es flexible en todos sus ámbitos y que, por lo tanto, las empresas deben serlo y que en el mercado laboral se debe ir a la flexiseguridad para adaptarse a la realidad y dar ciertos amparos de seguridad para mantener el estado de bienestar. Aunque para hacer este sostenible hay que tener en cuenta cuestiones como el aumento de la demografía.
En relación al posible pacto salarial con los sindicatos, ha indicado que a todos nos gustaría que se pudieran subir los salarios un 10% o un 20% y que todos los contratos fueran indefinidos, pero no es posible, entre otras cosas, porque el 60% de las empresas todavía está en pérdidas y porque hay que adaptarse a la realidad. Por eso la oferta empresarial está por debajo del 1% y en el entorno de la media que se está firmando en los últimos meses, que es el 0,6 %.