CEOE, organización a la que pertenece la CREEX, revisa al alza sus estimaciones del PIB para la economía española, con un aumento del 3,0% en 2015, mientras que, en 2016, el crecimiento podría moderarse levemente. En consecuencia, España crecerá más que la media de la Eurozona, ampliando este diferencial positivo en este periodo, según se pone de manifiesto en las previsiones realizadas por los servicios técnicos de la Confederación.
En la recuperación, la demanda interna adquiere un mayor protagonismo. Además, el sector exterior no resta crecimiento en 2015 y podría incluso aportar crecimiento en 2016. Todos los componentes del PIB registrarán tasas de incremento positivo en 2015, siendo los más dinámicos la inversión de bienes de equipo y las importaciones. El consumo privado superará subidas del 3% en 2015 y la inversión en construcción se situará cerca del 5%.
Todo ello influirá positivamente en el mercado laboral. Entre 2015 y 2016, la creación de empleo podría aproximarse a un millón de personas. En 2015, el aumento de los ocupados se situará alrededor de los 520.000 y de los 442.000 en 2016, en términos de la EPA.
Inflación
Las previsiones de CEOE señalan que los mínimos históricos de inflación podrían continuar. En 2015, la inflación media podría ser de nuevo negativa (-0,2%) y en 2016 se anticipa un repunte hasta el 1,3%, siempre y cuando se produzca una recuperación gradual del precio del petróleo y no haya aumentos de impuestos. Como consecuencia del dinamismo de la economía mundial, la economía española mantendría superávit de la cuenta corriente en 2015 y 2016, aunque de manera muy modesta.
Con estas tasas de crecimiento, los objetivos del déficit público son factibles, según CEOE.
Este escenario está sujeto a riesgos en ambos sentidos, tanto al alza como a la baja, si bien en 2015 predominan los primeros y en 2016 los segundos.
Entre los riesgos al alza cabe señalar:
- Un impacto mayor al previsto de las medidas adoptadas por el BCE en la mejora de las condiciones financieras y, en consecuencia, en la reactivación de la inversión y del crédito en Europa.
- Que la política fiscal menos restrictiva en España tenga un efecto positivo sobre el consumo mayor que el previsto.
- Que la mayor flexibilidad del mercado laboral y las nuevas medidas para la contratación favorezcan una mayor creación de empleo en España.
- Que el precio del petróleo no sufra fuertes fluctuaciones al alza y que siga contribuyendo al aumento de la renta y a la reducción del saldo comercial.
Los riesgos a la baja son:
- Que se estanquen las economías centrales de la Unión Europea y no se dé una respuesta coordinada a la desaceleración de su crecimiento, lo que afectaría a nuestras exportaciones.
- Que se acentúe la inestabilidad financiera en Grecia, Rusia y Ucrania y algunos mercados emergentes y se produzca un contagio a las economías más endeudadas.
- Un repunte continuado de las importaciones y una falta de impulso de las exportaciones que impida equilibrar el sector exterior.
- Falta de impulso del crédito nuevo a empresas y familias.
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