La floreciente industria energética mexicana está comenzando a recolectar sus frutos gracias al marco legal y regulatorio que ha permitido que el sector tenga un futuro prometedor para las empresas españolas que están invirtiendo en el país. Las elevadas inversiones que nuestras firmas están destinando a México para el desarrollo de infraestructuras, productos y procesos de generación energética han comenzado a capitalizarse con grandes beneficios.
El sector de las energías renovables ocupa un lugar destacado dentro de las políticas desarrolladas por el Gobierno a través del Plan Nacional de Desarrollo vigente, por lo que los incentivos promovidos para que las entes españolas inviertan en el país azteca van desde una deducción del 100% en el primer año de operación de la inversión total en equipo de generación de energía; pasando por el almacenamiento de energía utilizada hasta por 12 meses para proyectos de autoconsumo; o el cargo de transmisión fijo para toda la red nacional independiente del punto de inyección y/o el de consumo, a un costo reducido con respeto al cargo convencional para otras tecnologías.
El país azteca, firmante del Protocolo de Kioto, basa su estrategia para los próximos años en el uso y la diversificación de las energías limpias y, para 2025, quiere incrementar la participación de las tecnologías renovables en torno al 35% de la capacidad instalada. Durante el pasado ejercicio la Inversión Extranjera Directa (IED) en México creció un 10% y, a día de hoy, el 15% del total de la IED recibido por proviene de España.
Escenario propicio para la inversión
El continuo incremento de la demanda eléctrica y la apuesta de la Administración por la transición de los hidrocarburos a fuentes alternativas han generado que México se posicione como un país de oportunidades para el desarrollo del sector de las energías renovables, y en especial en el sector eólico. Durante los últimos cinco años las inversiones en este campo han superado los dos mil millones de dólares y el Gobierno estima que durante la próxima década esta cifra rebasará los 20.000 millones. Según el Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE) y la Secretaría de Energía (SENER) el aprovechamiento de energía eólica en México asciende a los 71.000 MW y en la actualidad, 22 de los 31 estados de la República cuentan con capacidad para instalar plantas con medias operativas superiores al 20%. Además se estima que para este año se alcance como meta de 2.200 megawatts instalados.
El país azteca cuenta con el mayor potencial fotovoltaico del mundo. Alrededor del 90% del territorio presenta una irradiación de entre 5 y 6 KWh por metro cuadrado aunque, a pesar de estas cifras, las empresas todavía no han desarrollado una generación fotovoltaica a gran escala. El Gobierno Federal lleva a cabo distintos planes para la promoción y uso de tecnologías solares, como es el caso del Programa para la Promoción de Calentadores Solares de Agua en México 2007-2012 (PROCASOL) o el Programa de Fomento de Fuentes Alternas de Energía en los Agronegocios y de Energías Renovables del Fideicomiso de Riesgo (FIRCO) con apoyo del Banco Mundial.
Según datos extraídos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), durante el periodo 2005-2011 México ha captado más de 4.770 millones de dólares en inversión extranjera para proyectos de industrias renovables, entre los que se encuentra el sector eólico, solar, minihidráulico –denominado por el Gobierno como aquellos cuya capacidad instalada es inferior a 30MW- y geotérmico.
Fuente: ICEX