El consumo de áridos para la construcción ha descendido en 2011 un 17 por ciento, lo que sitúa al sector en niveles de consumo similares a los registrados en 1987, según el informe estadístico anual elaborado por la Asociación Nacional de Empresarios Fabricantes de Áridos (ANEFA). Esta situación ha supuesto la destrucción de cerca de 6.000 puestos de trabajo directos y 20.000 puestos de trabajo indirectos, desde el inicio de la crisis.
En concreto, durante el ejercicio 2011 se han producido 173 millones de toneladas de áridos naturales para la construcción, lo que supone una caída del 17 por ciento. A esta cantidad hay que añadir 0,7 millones de toneladas de áridos reciclados. Además, se ha producido un nuevo retroceso en el consumo de áridos para aplicaciones industriales, tales como cementos, vidrios, cargas, filtros, industria química, siderurgia y metalurgia, etc., hasta los 33 millones de toneladas (un 18% menos). Por lo tanto, el consumo total de áridos, en el año 2011, ha sido de unos 206 millones de toneladas (lo que representa una caída del 17,4%).
Además de la brusca disminución de la demanda experimentada en este trienio 2008-2010, el sector de los áridos y, por extensión, los de la mayoría de productos de construcción, siguen atravesando por una situación de estrangulamiento del capital circulante que está afectando a muchas de sus empresas, por estar sometidas al doble esfuerzo de fabricar y enviar los productos sin ningún tipo de cobertura de riesgo y, simultáneamente, tener que soportar la tensión de tesorería que supone cobrar, en muchos casos, a más de 240 días, con la posibilidad real de que el cobro no se llegue a producir, indican desde ANEFA.
La situación por Comunidades Autónomas
La caída del consumo de áridos para la construcción, en 2011 muestra una evolución territorial muy desigual, situándose en los extremos de mayor retroceso la Región de Murcia (-27%), la Comunidad Valenciana (-26%) y La Rioja (-24%).
Navarra, Extremadura, Cantabria, Asturias y Castilla y León son, por este orden, las Comunidades Autónomas con menor incidencia desde el inicio de la crisis, mostrando retrocesos inferiores al -50%. En el otro extremo se sitúan Madrid, la Región de Murcia, Canarias, la Comunidad Valenciana y Andalucía, con retrocesos superiores al -70%.
Desde 2006, cuando el consumo de áridos por habitante en España era uno de los más importantes de Europa, con cerca de 12 toneladas/habitante/año, esta cifra ha sufrido una reducción considerable, hasta 3,7, situándose netamente por debajo de la media europea. Actualmente, España ocupa el quinto lugar de Europa en producción total de áridos.
Perspectivas para 2012
Los Presupuestos Generales del Estado, para 2012, consideran un total de 6.898 millones euros en créditos disponibles para infraestructuras, un 22% inferior a la cifra del ejercicio 2011. De esta cantidad, 4.449 millones de euros corresponden a la inversión directa del Estado. A esas cifras hay que añadir las inversiones del sector público empresarial, que ascienden a 6.938 millones de euros, lo que representa un total de 11.387 millones de Euros.
La licitación en 2012, hasta marzo, prosigue su aguda caída, por un total del 48,1%, retrocediendo todas las Administraciones, especialmente la General y la Local.
La situación para este año 2012 es de un nuevo parón en la obra civil, sin ninguna contrapartida en la edificación, lo que hace prever unas nuevas caídas en el consumo de áridos que se encontrarán entre el 15 y el 20%.
El sector de los áridos en España
El sector de los áridos es el principal suministrador de materias primas para la construcción de infraestructuras, para la industria y para la protección del medio ambiente, lo que le confiere el carácter de sector estratégico. Sirva decir que es la segunda materia prima más consumida por el hombre después del agua y que cada español ha consumido, en 2011, unos 3.700 kilogramos anuales, es decir unos 10 kilogramos diarios.
Los áridos se emplean en estas obras, como hormigón preparado, prefabricados de hormigón (el 80% del hormigón son áridos), mortero, aglomerados asfálticos (el 95% son áridos), construcción de carreteras (el 94% de los materiales necesarios para una carretera son áridos), ferrocarriles (balasto), etc.
Estos materiales se emplean, mayoritariamente en las etapas iniciales de las obras, por lo que la evolución de su consumo es un buen indicador adelantado de la eficacia de los planes de infraestructuras.
Fuente: CEN 7dias