Las autonomías fueron el año pasado las responsables del 65% del desvío del déficit. En este ejercicio suponen un gran obstáculo para lograr cumplir con el objetivo. Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía tienen la clave.
Después de que Bruselas haya flexibilizado el objetivo de déficit para España en 2012 y de la incorrección del año pasado, lograr este año el 5,3% del PIB previsto representa un asunto clave para la credibilidad de economía española.
Las Comunidades Autónomas fueron las que más infringieron el límite previsto en 2011, del 1,3% en su caso, al alcanzar un agujero fiscal del 2,94%. El ajuste conjunto será de más de 15.000 millones durante este año.
Algunas comunidades vienen arrastrando ciertos síntomas preocupantes que anticipan problemas para sus cuentas de 2012. Por ejemplo, las regiones mediterráneas, que disfrutaron el boom inmobiliario y ahora sufren la crisis de forma más brusca por la caída de ingresos de transmisiones, IVA, etc..
Otras autonomías, que han marcado malos registros durante el año pasado también tendrán que luchar contra esa “inercia”. Así, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia [ver gráfico] están bajo los focos de los analistas.
Pese a ello, no todos los economistas creen que un mal resultado en 2011 implica necesariamente que se repita en 2012. “El año pasado fue muy peculiar por las elecciones, afloró déficit oculto en algunas autonomías y no tiene por qué volver a suceder Aparte, algunas de éstas no tienen un gran peso en la economía nacional, por lo que su relevancia en términos absolutos es menor.
En el centro de todas las miradas
Ahora bien, hay tres regiones que concentran gran parte de la preocupación. Por un lado, Cataluña. “Ha registrado malos datos de déficit en los dos últimos años y acumula un volumen de deuda muy alto [del 20,7% del producto interior bruto en 2011]. Además, ya ha realizado fuertes recortes [unos 2.500 millones el año pasado], así que no tiene mucho margen más.
“Es especialmente preocupante por su peso en el conjunto de la economía [representa cerca del 20% del PIB]. Hay otras regiones que pueden marcar peores datos, pero con mucha menor repercusión en el déficit general”, explica este experto. El ajuste que tiene que hacer Cataluña este año ronda los 4.400 millones de euros.
Por otro lado, la Comunidad Valenciana. “Tiene una diferencia en la eficiencia de su modelo de ingresos muy grande respecto a otras regiones, si la media es 100, ésta estaría en 90, además sus ingresos por habitante son de los más bajos de España. Es muy difícil que se hagan más recortes sin tocar el gasto educativo y sanitario. Además, acumula malas cifras en los últimos años (caídas de PIB anuales superiores al 2% entre 2008 y 2011, según Funcas).
Su ajuste para este ejercicio debería ser de unos 1.500 millones de euros, cerca del 10% de su presupuesto.
Por último, está Andalucía, que celebra elecciones en pocos días y que, según esperan algunos, podría dar la sorpresa con la aparición de déficit oculto, como ya sucedido en otras regiones. A priori, no es una de las que peores notas acumula, pero sí representa una de las comunidades a las que más ha perjudicado el sistema de financiación autonómica de 2009 (junto con Extremadura). También es de las que menos ingresos per cápita registra. En principio, tendrá que hacer frente a un ajuste de 2.000 millones para cumplir con el objetivo.
A pesar de las peculiaridades de estas regiones, todas las autonomías van a tener grandes dificultades para alcanzar un ajuste hasta un déficit del 1,5% del PIB este año.
Deberes para el Gobierno Central
El Gobierno del Estado facilitará más detalle y esto permitirá un análisis más profundo y cuantificar los ajustes que se hicieron en las cuentas 2011. La presentación de los Presupuestos del Estado y la distribución de las entregas a cuentas por CCAA van a ser elementos clave para estimar la fiabilidad de las cuentas de 2012.
La credibilidad de la meta de déficit regional de 2012 depende principalmente del nivel de las reformas estructurales que lleve a cabo el Gobierno Central, sobre todo en los servicios de salud, educación y gastos de personal, que luego se apliquen a nivel regional.
Los analistas sostienen que los previsibles ajustes que se realizarán en el ámbito regional se deberían coordinar desde el Estado central. Sería muy difícil realizar determinados recortes de forma particular para cada región.
Pese a todo, uno de los problemas fundamentales es el achacar a las comunidades la responsabilidad del ajuste. Así, mientras la deuda de las CCAA supone un 13,1% del PIB, la del Estado Central es del 52,1%. En cambio, las regiones gestionan un 33% del gasto de los presupuestos y la Administración Central, un 25%.
El conjunto de las Administraciones Públicas y, sobre todo las comunidades, tendrán que demostrar su compromiso con el déficit para que Bruselas y los mercados confíen en la economía española.