Según las perspectivas económicas de la OCDE, de las que se hace eco el último informe socioeconómico de CEOE, las economías desarrolladas crecerán durante 2012-2013 a un ritmo anual del 1,4%. Sin embargo, las expectativas de crecimiento de la Zona Euro, en general, y de España, en particular, serán mucho más negativas. En concreto, esta institución estima que la economía española retrocederá un 1,3% este año y un 1,4% en 2013.
En su último informe socioeconómico correspondiente al mes de diciembre, la CEOE anticipa un 2013 de retroceso de la economía española. Tomando como referencia las perspectivas económicas de la la OCDE, se muestra una desaceleración de las economías desarrolladas, que crecerán durante 2012-2013 a un ritmo anual del 1,4%. Sin embargo, las expectativas de crecimiento de la Zona Euro, en general, y de España, en particular, serán mucho más negativas. En concreto, esta institución estima que la economía española retrocedería un -1,3% este año y un -1,4% en 2013, en línea con las previsiones de CEOE. El crecimiento volverá en 2014, con un ritmo anual del 0,5%.
El fuerte esfuerzo de consolidación fiscal, el endurecimiento de las condiciones financieras y la debilidad de la economía europea han afectado profundamente al crecimiento económico de España. Asimismo, el mercado laboral ha mostrado un panorama desolador, donde la tasa de paro se ha elevado hasta el 25%. Sin embargo, el crecimiento de la inflación subyacente y las presiones salariales se han suavizado, lo que ha permitido a la economía española mejorar su competitividad y, por tanto, impulsar nuevas ganancias en la cuota de mercado de exportación.
En opinión de la OCDE, el plan de consolidación fiscal puesto en marcha por el Gobierno es apropiado y necesario para restaurar la confianza. Las medidas del mismo equivalen a un 2,7% del PIB en 2013 y un 1% en 2014, por lo que su aplicación completa tendrá un efecto significativo en la reducción del déficit. En este contexto, la OCDE ha estimado la distribución de los planes de consolidación fiscal para los ejercicios 2013 y 2014, en proporción al PIB potencial de todos los países de la OCDE. En el mismo, se observa que el esfuerzo fiscal español se sitúa entre los más elevados. Con todo, el objetivo de déficit público previsto por el Gobierno no se alcanzará como consecuencia del deterioro de la economía.
En este sentido, cabe señalar que la ejecución presupuestaria hasta octubre muestra que el Estado está ajustando sus cuentas públicas al objetivo de déficit previsto para el conjunto del año (4,5% del PIB). Las medidas de ajuste fiscal, tanto por parte de los gastos como de los ingresos, que se aprobaron el pasado verano, han contenido el ritmo de avance del desequilibrio presupuestario del Estado en octubre, que en términos de Contabilidad Nacional, se sitúa en el 4,1% del PIB. En cambio, en la Seguridad Social es donde podría producirse la mayor desviación al alza.
Al mismo tiempo, las Comunidades Autónomas reducirán considerablemente su desequilibrio presupuestario, ya que partían de un déficit del -3,3% en 2011. La ejecución hasta septiembre muestra un déficit del -1,1% del PIB, no muy alejado del objetivo (-1,5% sobre el PIB). Para el conjunto de las Administraciones Públicas, las estimaciones de CEOE apuntan a un déficit público del 7% del PIB para 2012.
En el ámbito laboral, hay que señalar que los resultados del paro y la afiliación a la Seguridad Social de noviembre están distorsionados por los cambios en los convenios especiales de Seguridad Social para cuidadores no profesionales de la dependencia. Si no se tiene en cuenta este efecto, los resultados tampoco mejoran, dado que en términos de afiliados a la Seguridad Social, la caída de noviembre es peor que la de este mes en los tres años anteriores y la tasa interanual se acelera levemente hasta el -3,7%, frente al -3,5% del trimestre anterior. En términos de parados, su aumento en noviembre es inferior al de 2011, pero superior al de 2010. No obstante, sí se aprecia cierta contención del ritmo de crecimiento interanual. Teniendo en cuenta la información de octubre y noviembre, no se observan señales de mejora del mercado laboral, sobre todo, en términos de afiliados a la Seguridad Social.
Por último, la inflación en el mes de noviembre y según el IPC adelantado, ha frenado su ritmo de avance notablemente hasta el 2,9% desde el 3,5% de octubre. En consecuencia, para final de año previsiblemente la inflación se sitúe en el entorno del 3%.