Tal como señala el Foro Económico Mundial en su “Informe Global de Competitividad 2011-2012”, los países que cuentan con un mercado de bienes eficiente son capaces de producir la adecuada combinación de bienes y de servicios en función de las necesidades de oferta y demanda y conseguir que esos bienes se puedan comercializar adecuadamente en una economía.
Para ello hace falta una sólida competencia en el mercado y un entorno que permita un intercambio de bienes en el que la intervención del Estado sea la mínima necesaria.
En el ranking internacional de eficiencia de los mercados de bienes en 142 países, el primer lugar corresponde a Singapur, figurando a continuación Luxemburgo y Hong Kong. En los países de la Unión Europea, hay grandes diferencias con un grupo que está entre los primeros puestos y otro, -entre ellos, España- con un mercado de bienes bastante ineficiente.
Luxemburgo, Suecia y los Países Bajos figuran entre los diez primeros del mundo, al tiempo que Irlanda, Bélgica, Dinamarca, el Reino Unido y Austria están entre los veinte mejor clasificados. Finlandia ocupa el puesto 21 y Alemania el 26. Entre los nuevos países miembros destacan Chipre (27) y Estonia (29). Francia se queda ya algo rezagada en el puesto 38, mientras que Italia sólo llega al puesto 59 y Portugal se sitúan en el 62. Lamentablemente, España está entre los cuatro países peor clasificados de la UE-27, ya que figura en el puesto 66. Por detrás de nosotros sólo aparecen Bulgaria (86), Rumania (96) y Grecia (107).