En estas previsiones se avanza un parón para la primera mitad del año que dará paso a un crecimiento moderado en el segundo semestre. De cumplirse estas previsiones supondría que la Unión Europea no va a registrar crecimiento este año mientras que la Eurozona se contraerá 3 décimas a lo largo del 2012.
Referente a España, el ejecutivo comunitario vaticina una contracción del PIB español del 1% para el 2012, desagregándolo en caídas a lo largo de los tres primeros trimestres hasta estancarse en el cuarto. Esta previsión económica, pese a rebajar en casi dos puntos su pronóstico de noviembre, es significativamente mejor que la que ofrece el FMI y FUNCAS (-1,7%) o el propio Banco de España (-1,5%).
De todas formas, la Comisión advierte de que esta cifra es susceptible de empeoramiento en el probable caso de que el ejecutivo español tenga que adoptar nuevas medidas para poder ajustar el objetivo de déficit para este año.
Las causas de esta nueva recesión se derivan del:
- Consumo. Tanto privado (principalmente paro y deuda de los hogares) como público (por las medidas de ajuste del Gobierno)
- Inversión. El elevado nivel de endeudamiento de las empresas y el Sector Público unido a las dificultades de acceso al crédito provocarán que esta vía también permanezca incapacitada para generar crecimiento a lo largo del 2012.
- Contexto internacional. El Sector Exterior, con un estancamiento económico a nivel europeo y un mercado financiero tremendamente inestable, tampoco está en disposición de “tirar” de la economía española. Pese a ello, el único factor positivo este año será la relativa resistencia de las exportaciones españolas.
No obstante, aunque el clima económico es negativo, la tensión en los mercados financieros se está relajando y las medidas esenciales para lograr la estabilidad financiera ya se han tomado, por lo cual es previsible pensar que pasado este periodo de ajuste la UE avance de forma estable y segura en el crecimiento económico y el empleo.
