“El Banco de España es muy consciente de las dificultades que tienen tanto las pequeñas y medianas empresas como los autónomos para acceder al crédito bancario y, en general, para poder financiar su actividad. En este sentido, quiero reconocer las iniciativas que ha impulsado el Banco de España, tanto en el ámbito de sus competencias como en la mejor aplicación de las medidas aprobadas por el Gobierno para normalizar el mercado del crédito bancario y para fomentar las vías alternativas de financiación de las empresas. Aunque, dadas las actuales circunstancias, todo parece indicar que el proceso de mejora será lento”.
En estos términos se ha pronunciado el presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), organización a la que pertenece COEBA, tras el encuentro de trabajo que mantuvo ayer con el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, en el que han analizado la difícil situación de las pymes y de los empresarios autónomos por las dificultades para acceder a las fuentes tradicionales de financiación de las empresas, que se han agravado en los últimos 15 meses, coincidiendo con el profundo proceso de reestructuración que ha experimentado el sector bancario nacional.
Durante el encuentro, que se ha celebrado a petición de Jesús Terciado, el presidente de CEPYME ha trasladado al gobernador del Banco de España la preocupación de los pequeños y medianos empresarios por las dificultades que tienen para acceder al crédito bancario y por las condiciones en las que se ofrecen las escasas operaciones que se realizan: intereses mucho más altos y exigencias de avales o garantías prácticamente inasumibles.
Luis María Linde se ha mostrado moderadamente optimista sobre la previsible evolución del crédito, en la confianza de que comenzará a normalizarse lentamente a lo largo de 2014, como consecuencia de la mejora de la economía.
Según el gobernador del Banco de España, durante el próximo ejercicio se producirán una serie de factores, fruto de las reformas realizadas en estos dos últimos años, que influirán positivamente en la situación del mercado crediticio. Entre ellos, dijo, el impacto positivo de la reforma laboral y el incremento de la competitividad de las empresas, que ya ha impulsado en estos años de crisis las ventas al exterior y la internacionalización de las compañías españolas.
El resultado de todo ello, unido a la definitiva reestructuración del sistema financiero, es el regreso a la senda del crecimiento de la economía española, que previsiblemente ya se comenzará a registrar oficialmente en los dos últimos trimestre de 2013 y que se acentuará a lo largo del año 2014.
Desde el punto de vista de la normalización del crédito bancario, a la mejora de la economía se añade también el impacto de las medidas concretas que ha puesto ya en marcha el Banco de España, como ha sido la modificación de la definición de pyme y la puesta en marcha del “observatorio del crédito”, que permitirá realizar un seguimiento mensual de la evolución de este mercado.
En relación con el cambio de definición de la pyme, la Circular del Banco de España del 12 de octubre extiende esta consideración a las empresas con plantillas de hasta 250 empleados, con un volumen de negocio anual inferior a 50 millones de euros o un balance no superior a los 43 millones. Esta medida permite elevar el número empresas que pueden beneficiarse del mejor tratamiento previsto para las pymes (categoría de minorista) en la evaluación del riesgo; es decir, las entidades financieras tendrán más incentivos para conceder un crédito a estas empresas, ya que las exigencias de recursos propios serán menores.
Siendo, por lo tanto, una medida de gran interés, tendrá muy probablemente un impacto limitado, ya que el número de nuevas empresas potencialmente beneficiarias de esta mejora no supera la cifra de las 20.000.