La economía española ha mantenido su crecimiento trimestral en el cuarto trimestre de 2015, con una tasa del 0,8%. En tasa interanual, alcanza un crecimiento del 3,5% mientras que el ritmo de creación de empleo se desacelera levemente hasta el 3,0%.
En el conjunto de 2015, el aumento del PIB y el empleo se sitúan en el 3,2% y 3,0%, respectivamente, los más altos desde 2007. Cabe destacar que estos elevados ritmos de crecimiento y del empleo se producen en un entorno de mínimos de inflación, de superávit en la balanza de pagos y de contención del déficit público. Por lo tanto, la recuperación de la economía española se consolidó en 2015 a la vez que se produjo un avance adicional en la corrección de los desequilibrios macroeconómicos.
Del análisis más detallado de este dato del PIB del cuarto trimestre cabe señalar:
• Todos los componentes por el lado de la demanda contribuyen al aumento del PIB en este periodo, al igual que todas las ramas productivas, con la excepción de las actividades inmobiliarias.
• El crecimiento por el lado de la demanda es más equilibrado. El sector exterior muestra una aportación menos negativa al PIB (-0,6 puntos porcentuales) y en cambio, la demanda interna mantiene su contribución al crecimiento, donde sobresale el dinamismo de la inversión en bienes de equipo y del consumo de las familias.
• Llama la atención la notable recuperación del consumo público a lo largo de 2015, frente a la contención de 2014. De hecho, la tasa interanual de este componente alcanza un 3,7% en el último trimestre del año.
• Respecto a la demanda exterior, cabe destacar la aceleración tanto de las exportaciones como de las importaciones. En ambos casos, el componente de servicios tanto en su segmento de turismo como el no turístico son los que muestran un mayor dinamismo.
• Por el lado de la oferta, sobresale el avance de algunas actividades de servicios, como “Comercio, transporte y hostelería”, “Información y Telecomunicaciones” y Actividades profesionales, todas ellas con un crecimiento de su VAB por encima del 4,5% interanual en el cuarto trimestre. Asimismo, destaca la fortaleza de la industria manufacturera, cuyo VAB logra un 4,1% al final del año.
• En línea con la EPA, la economía española modera ligeramente la creación de empleo hasta una tasa interanual del 3,0%. Mientras, la productividad por trabajador repunta hasta el 0,5% en el cuarto trimestre.
• El deflactor del PIB vuelve a registrar tasas positivas (0,7%) por quinto trimestre consecutivo pero el deflactor del consumo privado sigue en terreno negativo, en línea con la evolución del IPC.
En definitiva, la economía española aceleró su recuperación en el último trimestre de 2015 en tasa interanual, alcanzando ritmos de crecimiento anteriores a la crisis. Sobresale, por el lado de la demanda, el comportamiento del consumo, tanto público como privado, mientras que, por el lado de la oferta, hay que resaltar la fortaleza de algunas actividades de servicios y la industria manufacturera e incluso la agricultura.
Por lo tanto, se puede afirmar que el año 2015 fue el año de consolidación de la recuperación, con un patrón de crecimiento más equilibrado, donde a pesar del dinamismo de la demanda interna, hubo una contribución menos negativa del sector exterior. Todo ello en un contexto de ausencia de tensiones inflacionistas, de corrección del desequilibrio exterior y, en menor medida, del sector público.
Por el lado de la oferta, cabe destacar la recuperación del sector de la construcción, el dinamismo de la industria manufacturera y la fortaleza de las actividades relacionadas con el turismo, las nuevas tecnologías de la información y las profesionales. En el desglose del PIB por rentas, se observó una clara recuperación de la remuneración de los asalariados a lo largo de 2015 y también de la remuneración por asalariado. Los costes laborales unitarios abandonan el terreno negativo en 2015, con su primer aumento, aunque moderado, desde 2009.
