Aunque existen diferencias en cuanto a su cuantificación, España sufre una de las mayores tasas de economía sumergida, la tasa se ha incrementado desde el inicio de la crisis en 2008. Desde la Confederación de Empresarios de Extremadura apoyamos la lucha contra el fraude fiscal y laboral. En este sentido, siendo necesaria la actuación de la Inspección Tributaria para corregir actuaciones fraudulentas, entendemos que la mejor arma para reducir la economía sumergida es, el diseño de un sistema tributario, justo, eficiente y estable que venga acompañado de una profunda simplificación normativa, facilitando su aplicación por parte de los empresarios.
Desde la Confederación Regional Empresarial Extremeña consideramos necesaria y urgente su reducción por los siguientes motivos:
La reducción de ingresos motivada por la contracción de la economía no puede ser compensada con el incremento de impuestos sobre los sujetos pasivos que cumplen con sus obligaciones tributarias, en concreto las empresas soportan una presión fiscal (Impuesto sobre Sociedades y Contribuciones a la Seguridad Social) por encima de la media europea (UE 17 y UE 27). Es necesario distribuir de manera justa la carga tributaria reduciendo la economía sumergida e incrementar la recaudación mediante el aumento de las bases tributarias no de los tipos aplicables.
La economía sumergida obstaculiza el crecimiento económico y el empleo ya que conlleva prácticas restrictivas de la competencia y genera situaciones de desventaja comparativa, pues una gran mayoría de los empresarios paga sus impuestos y sus cotizaciones a la Seguridad Social, mientras que la otra no lo hace y disfruta por lo tanto, de manera indebida e injusta, de margen para reducir sus precios finales.