Durante el Encuentro se ha presentado un balance de la situación de los sistemas de innovación de Italia, Portugal y España y la visión de los tres Cotec sobre las mejores vías para impulsar la industrialización en Europa, una cuestión que preocupa especialmente a la Comisión Europea y que es imprescindible para relanzar las economías europeas y mejorar su competitividad.
Respondiendo a la invitación de S.E. el Presidente de la República Portuguesa, Aníbal Cavaco Silva, S.M. el Rey Don Juan Carlos y S.E. el Presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, presidieron la semana pasada, en la sede de la Fundação Champalimaud en Lisboa, el IX Encuentro de Cotec Europa, como Presidentes de Honor y principales impulsores de las instituciones Cotec de sus tres países.
En el acto, que contó con la participación de cerca de 250 empresarios italianos, portugueses y españoles, han intervenido, además de los Jefes de Estado y de los Presidentes y Directores Generales de los tres Cotec, el Ministro de Economía portugués, António Pires de Lima, el Vicepresidente de la Comisión Europea para la Industria y el Emprendimiento, Antonio Tajani, y el Director General de Empresa e Industria de la Comisión Europea, Daniel Calleja.
El proyecto Cotec Europa, que ha sido posible gracias al impulso personal de S.M. el Rey y al permanente apoyo de los Jefes de Estado de Italia y Portugal, surgió de la posibilidad de compartir intereses comunes entre las tres instituciones Cotec en materia de fomento de la innovación, y de la oportunidad de hacer llegar a la Comisión Europea las inquietudes específicas sobre el fomento de la innovación de tres países del Sur de Europa que representan en su conjunto a más de cien millones de europeos.
La nueva Europa industrializada dependerá de su capacidad tecnológica e innovadora
Durante el Encuentro, los tres Cotec presentaron un análisis comparado a escala global de la situación de la industria europea, y en particular en Italia, Portugal y España, que pone de manifiesto la debilidad de las economías europeas en este ámbito. Esta situación se debe, principalmente, a que durante muchos años en Europa se había asumido que sería posible mantener un sistema económico sin contar con un sector manufacturero desarrollado, lo que ha llevado al desmantelamiento de grandes sectores industriales europeos.
Sin embargo, el fuerte desarrollo industrial de los países emergentes y la larga crisis europea han puesto en evidencia la insostenibilidad de esta situación y la urgente necesidad de recuperar, en el plazo más breve posible, la capacidad industrial perdida. Una responsabilidad que deberá ser asumida tanto por el sector público como por el privado y, aunque serán válidas muchas de las ideas que respaldaban los instrumentos que en su día permitieron establecer y mantener la actividad industrial en Europa, serán necesarias otras que permitan acelerar el proceso de reindustrialización sobre la base de la tecnología y la innovación para garantizar la competitividad del nuevo sector manufacturero europeo. Según la visión de Cotec, los principales ámbitos de actuación para lograr esa reindustrialización acelerada de Europa son:
La tecnología y la innovación: El sector manufacturero es muy exigente en innovación tecnológica porque es un pilar fundamental para su competitividad, y el principal objetivo de la reindustrialización en este campo deberá ser la solvencia tecnológica. Esta dependerá de la capacidad tecnológica de las empresas, especialmente de las pymes que son las que en este sector suministran los bienes intermedios de alto contenido tecnológico. Para ello es importante el papel de las grandes empresas por el efecto tractor que pueden tener a la hora de establecer las especificaciones de estos suministros, e impulsar la colaboración y la complementariedad entre grandes empresas, que suelen desarrollar innovaciones incrementales, y pequeñas empresas, que son más proclives a innovaciones radicales.
También será fundamental el papel del sector público a la hora de impulsar la excelencia del sistema público de I+D y conseguir orientarla a las necesidades empresariales del sector manufacturero; estimular avances en áreas clave, a través del apoyo a la investigación aplicada en tecnologías prometedoras y a la creación de consorcios público-privados precompetitivos; facilitar el acceso a las fuentes de tecnología y a los servicios tecnológicos, especialmente para las pymes; y de promover un marco normativo y regulatorio que facilite el acceso por parte de las empresas a la tecnología y al talento en cualquier lugar del mundo.
La fiscalidad: Las condiciones fiscales pueden ser en el sector manufacturero, como en cualquier otra actividad empresarial, uno de los mayores atractivos tanto en el caso de los que afectan directamente a los beneficios, con tipos impositivos que favorezcan la creación de nuevas empresas, como a inversiones en determinados activos y actividades, como en el caso de la investigación e innovación y el empleo de personal cualificado, o a la comercialización de productos, con un adecuado impuesto sobre el valor añadido. También incentivarán las amortizaciones que puedan favorecer la modernización de los activos materiales.
La formación: El sector manufacturero exige mano de obra formada en todos los niveles de ocupación y la reindustrialización requerirá, entre otras medidas, que la formación profesional sea definida contando con la opinión y participación activa del sector manufacturero, resolver el problema del exceso de jóvenes europeos con formación universitaria y titulados en campos no demandados por la industria, y apostar por la formación continua como vía para mantener e incrementar las habilidades del personal cualificado especializado que exige este sector.
Las infraestructuras: La competitividad del sector manufacturero depende también de la calidad y eficiencia de los servicios de infraestructuras en los ámbitos de la energía, el transporte y las telecomunicaciones, por lo que favorecerá la reindustrialización la disponibilidad de energía a costes competitivos y de sistemas avanzados de comunicaciones y tecnologías de la información y de logística, que faciliten el movimiento eficiente de personas, materiales y productos.
El comercio: Para lograr una reindustrialización eficaz deberá impulsarse la expansión de las empresas europeas, tanto en sus mercados nacionales como en el exterior. Esto se conseguiría impulsando la uniformidad de los mercados nacionales; favoreciendo acuerdos comerciales con otros países; y mediante ayudas a la internacionalización, especialmente de las pymes, facilitándoles para ello información y asesoramiento por parte de expertos y créditos a la actividad exportadora. También en este ámbito la compra pública permitiría crear nuevos mercados, que es el objetivo de la compra pública de tecnología innovadora.
El IX Encuentro Cotec Europa fue clausurado por los Jefes de Estado de Italia, Portugal y España, quienes han saludado posteriormente a las autoridades y a los representantes de instituciones y empresas de las delegaciones de los tres países. Tras el Encuentro se ha celebrado un almuerzo oficial ofrecido por el Presidente de la República Portuguesa.
