En relación al IVA de caja, CEOE, organización a la que pertenece la CREEX, quiere realizar las siguientes consideraciones:
• CEOE valoró y valora positivamente la introducción de un régimen de caja en el IVA y así lo ha manifestado reiteradamente. No obstante, ya señalamos que crearía dificultades para la aceptación del régimen y dificultaría su adopción masiva por los posibles beneficiarios.
• En todo caso, no se puede responsabilizar a las empresas que decidan no contratar con proveedores que sigan el criterio de caja, el que este criterio no sea generalmente adoptado, ni acusarlas de presionar a sus proveedores.
La decisión, para la empresa que libremente la adopte, de no contratar o limitar la contratación con empresarios que sigan el criterio de caja no es arbitraria ni caprichosa, solo es un reflejo de los costes administrativos y financieros que les supone la adopción de dicho criterio.
En definitiva, la opción escogida al diseñar el criterio de caja no es completamente satisfactoria, ni tampoco totalmente equilibrada ya que quien vende o presta servicios a un empresario acogido al régimen sí tiene que realizar el ingreso del IVA repercutido cuando factura, es decir, lo contrario que sucede con quien le compra bienes o servicios, lo que ocasiona los problemas mencionados anteriormente.
Otra solución mejor habría sido limitar el régimen de caja a facturas emitidas y recibidas por empresarios que se acogieran al régimen y liberando a aquellos que contratan con él. Sin embargo, elegido el sistema, no consideramos oportuno que se manifieste que las consecuencias negativas del mismo o su falta de adopción sean responsabilidad de las empresas que, siguiendo motivaciones exclusivamente económicas, se limitan a adoptar decisiones de gestión en función de la normativa finalmente aprobada.
