Durante el año 2013 las empresas españolas facturaron un 4% menos y sólo un 52% consiguieron tener beneficios operativos, según los datos del V Diagnóstico Financiero de la Empresa presentado ayer por CEPYME, organización a la que pertenece la CREEX, y la escuela de negocios EADA. Pese a ello, los autores del informe consideran que hay claros signos de cambio de tendencia económica, como lo corrobora el aumento de la rentabilidad de las empresas con beneficios, el descenso de la morosidad por segundo año consecutivo y, sobre todo, el aumento de la actividad a comienzos del 2014: las empresas que prevén facturar más este año son casi el doble de las que creen que perderán ventas.
El estudio se ha realizado a partir de una encuesta, con una muestra válida de más de 800 empresas, a la que han respondido los responsables financieros de compañías de todos los tamaños y sectores, distribuidas por todo el país.
Jesús Terciado, presidente de CEPYME, ha valorado este estudio como “una muy buena herramienta para conocer la situación financiera actual de las pymes, que ratifica con datos concretos el estado de extrema debilidad en la que se encuentran”.
Si se tienen en cuenta estos datos, añadió, “se entenderá mejor por qué insistimos los pequeños y medianos empresarios en la necesidad de rebajar cuanto antes el esfuerzo fiscal que se nos exige, de abrir las vías de acceso al crédito y de mejorar en la lucha contra la morosidad; porque las dificultades financieras y las tensiones de tesorería siguen poniendo en grave riesgo la continuidad de negocios viables”.
En la presentación del V Diagnóstico Financiero de la Empresa, Rafael Sambola, profesor de finanzas de EADA, ha considerado que no cabe hablar de una recuperación económica, “pero es innegable que hay un cambio de tendencia económica, como se observa, entre otros indicadores, en los perfiles de las curvas de evolución de facturación y rentabilidad de las empresas en beneficio”.
Para el profesor Sambola, el estudio manifiesta dos debilidades principales de las empresas españolas: el aún reducido porcentaje de ventas en el exterior con respecto a la facturación total y el grave problema de la financiación.
Durante 2013, el porcentaje de ventas al exterior de las empresas exportadoras supuso, en media, el 39% de su facturación total. Pese al auge de los últimos años, estos niveles de internacionalización son claramente bajos, especialmente en un mercado interior que lleva años deprimido.
Respecto a la financiación, las empresas constatan un año más que los bancos les han endurecido las condiciones para concederles créditos y les han aumentado las comisiones y los tipos de interés, pese a que el Euribor se ha mantenido plano durante todo el año, por debajo del 0,6%.
Éste aumento de los costes financieros ha sido especialmente marcado en las pequeñas y medianas empresas; por ejemplo, las comisiones bancarias se han incrementado para la inmensa mayoría de las pymes (entre el 77% y el 83% del total), mientras que este porcentaje cae al 53% en el segmento de las grandes compañías.
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