CEOE, organización a la que pertenece la CREEX, ha realizado unas consideraciones preliminares sobre los aspectos generales de la reforma fiscal aprobada por el Gobierno el pasado viernes. En este sentido, ha manifestado que comparte los objetivos anunciados como inspiradores de la reforma, entre los que destacan la mejora de la competitividad, favorecer la inversión e incrementar el empleo, sin que esto implique una subida de impuestos, en la búsqueda de una ampliación de bases imponibles que aumenten la recaudación tributaria. En este sentido, la anunciada rebaja del IRPF será beneficiosa por cuanto contribuirá a reforzar el consumo interno con efectos beneficiosos para el crecimiento económico y la creación de empleo.
No obstante, CEOE ha lamentado que no se haga referencia al elevado nivel de las cotizaciones sociales empresariales, por lo que reitera la necesidad de reducirlas de inmediato para, de esta forma, fortalecer la recuperación económica y la creación de empleo. Hay que tener en cuenta que el incremento en los tipos del Impuesto sobre el Valor Añadido realizada en 2012 ya se planteó como una medida que se acompañaría de una reducción de dos puntos en las cotizaciones a la Seguridad Social.
Asimismo, la organización empresarial ha valorado las medidas de reducción del tipo nominal en el Impuesto sobre Sociedades para acercarlo al tipo efectivo de gravamen, aunque ha insistido en la necesidad de paliar el impacto contable que esta reducción puede tener para determinadas empresas. Sin embargo, ha explicado que es necesario acompañar esta reducción de la desaparición de las medidas de carácter temporal adoptadas para estos últimos ejercicios, ya que, de este modo, se podría incrementar la actividad económica y el empleo. En todo caso, CEOE ha manifestado que el diseño del Impuesto sobre Sociedades debe producirse de manera que la base imponible se equipare al máximo al resultado contable, que es el mejor indicativo de la capacidad económica empresarial.
En la reforma fiscal tampoco se contempla ninguna medida tendente a reducir la excesiva complejidad de nuestro sistema tributario actual y las excesivas cargas administrativas que comporta y a evitar la inseguridad jurídica que producen las anteriores circunstancias junto con los continuos cambios normativos, muchos de los cuales afectan a decisiones de inversión ya tomadas.
Por último, y ante el anuncio de no abordar ahora este problema, CEOE ha insistido en la urgente necesidad de coordinar las políticas tributarias estatales, autonómicas y locales, así como en la supresión de muchos de los Impuestos Autonómicos (la mayoría de carácter medioambiental) surgidos en los últimos años, y que están provocando una verdadera ruptura del mercado interior y comprometiendo la competitividad y viabilidad de los sectores productivos a los que afectan.