El Banco de España mejora una décima su previsión de crecimiento para este año y la sitúa en el 1,3%

El Banco de España ha mejorado su previsión de crecimiento de la economía española y prevé un alza del PIB del 1,3% para 2014 y del 2% para el 2015, como consecuencia de una evolución de la actividad y del empleo más favorable. Según estas nuevas proyecciones, la economía crecerá en 2014 una décima más de lo previsto en el boletín económico de marzo y hasta tres décimas más de lo estimado para 2015, con lo que la entidad supervisora se muestra también más optimista que el Ejecutivo que prevé este año un alza del PIB del 1,2% y del 1,8% el siguiente.

El Banco de España cree que la paulatina mejoría de la economía española continuará y espera que el empleo prolongue la senda de recuperación y que la inflación vuelva a tasas ligeramente positivas en el último cuatrimestre del año.

Esta mejor proyección se apoya fundamentalmente en un"peso creciente" de la demanda interna que estaría empujada por una mayor confianza, la buena evolución del empleo y el alivio de las condiciones financieras.

Según el Banco de España, el consumo de los hogares crecerá a un ritmo superior al 1,5 % en 2014 y en 2015 y la inversión productiva continuará fortaleciéndose. Así, mientras el consumo privado se elevará el 1,6 % este año y el que viene, el consumo público caerá el 0,8 % en 2014 y el 1,5 % en 2015.

Asimismo, el informe apunta que el mercado de exportación español también tendrá un "tono expansivo" en el conjunto de las economías desarrolladas por lo que las ventas al exterior crecerán el 4,6 % este año y el 5,9 % el próximo, y las importaciones aumentarán el 4,7 % y el 4,5 %, respectivamente.

Laboral

En cuanto al mercado de trabajo, el documento resalta que su recuperación de los últimos meses es consecuencia de la prolongación de la moderación salarial. Afirma que las reformas estructurales adoptadas sobre todo en el ámbito laboral podrían favorecer el comportamiento de la actividad y del empleo y que fuera más expansivo del proyectado.

Y es que el estudio de proyecciones señala que los riesgos de que la actividad económica se desvíe de la proyectada en el escenario central se mantienen "moderadamente sesgados a la baja", principalmente en 2015, y en este sentido se refieren a la peor evolución que pudieran tener los mercados de exportación, dado el "frágil" crecimiento de la zona euro.

Asimismo, en la vertiente de la demanda interna, destaca que el cumplimiento de los objetivos presupuestarios podría requerir un mayor grado de consolidación presupuestaria en 2015, que el proyectado.

El Banco de España ha incluido en sus proyecciones el impacto de las medidas fiscales ya aprobadas, así como las que han sido anunciadas "con suficiente grado de detalle" en la reforma fiscal prevista.

Un 0,5% de crecimiento en el segundo trimestre

En el segundo trimestre del año, el Producto Interior Bruto (PIB) aumentó una décima respecto a marzo y se situó en el 0,5%, de acuerdo con el dato adelantado por el Banco de España. Con este repunte ya son cuatro trimestres consecutivos de crecimiento intertrimestral del PIB.

En cuanto a la tasa intertrimestral de crecimiento económico, al 0,5 % de crecimiento del PIB entre abril y junio contribuyó en un 0,3 la demanda interna y en un 0,2 la demanda exterior neta, que volvió a ser positiva como resultado de la recuperación de las exportaciones en el segundo trimestre, tras el descenso del primero.

Además destacan el favorable comportamiento del empleo, estimando un aumento de la ocupación en términos netos, por tercer trimestre consecutivo, que supondría el retorno a una tasa interanual positiva, próxima al 0,4 %, por primera vez en los últimos seis años.

Esta evolución del producto y del empleo se habría traducido en un ligero descenso adicional de la tasa de avance de la productividad (hasta un 0,7 % interanual), tras los elevados crecimientos registrados desde el inicio de la crisis.

En cuanto a la inflación, recalcan que en junio los precios mostraron un aumento prácticamente nulo (0,1 %) y podrían experimentar una desaceleración adicional durante el verano.

De este modo, aseguran que el entorno de baja inflación "tiene causas de naturaleza más duradera", como el descenso de costes laborales, el "exceso de capacidad de la economía en su conjunto" y un tipo de cambio del euro relativamente elevado.

Aunque se estima un aumento del consumo de los hogares del 0,4 % en tasa intertrimestral, otros determinantes del consumo mantuvieron una senda algo menos positiva.

En particular, con información hasta marzo, la renta disponible intensificó su caída, de forma que la tasa de ahorro descendió de forma brusca hasta el 9,4 % "lo que ilustra sobre la comprometida situación patrimonial desde la que las familias encaran sus decisiones de gasto en los compases iniciales de la recuperación".

En el ámbito empresarial, la inversión productiva habría mostrado un repunte en el período, pues a la trayectoria de recuperación sostenida de la inversión en bienes de equipo se habría sumado el comportamiento más favorable de la inversión en construcción no residencial, tras el retroceso del trimestre previo.

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