Las ayudas programadas del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) contribuirán durante el periodo 2014-2020 con algo más de tres décimas anuales al crecimiento del PIB en España, lo que supone un incremento neto total acumulado de la economía de 26.000 millones de euros y la generación de unos 250.000 empleos netos al final del periodo.
Así se desprende de un estudio publicado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) en el que se estiman los efectos de las ayudas programadas del Feder durante el periodo 2014-2020 sobre el crecimiento económico y el empleo de España y sus regiones.
La inversión prevista del Feder en España durante el periodo 2014-2020 ascienden a algo más de 26.600 millones de euros, de los que 19.400 provendrán de la Unión Europea y el resto corresponderá a la cofinanciación española.
Estos recursos se dividen en tres bloques, ya que se asignan casi 13.900 millones a la inversión en conocimiento, innovación y tecnologías digitales (dentro de la llamada prioridad de crecimiento inteligente), y 11.300 millones a la reducción de emisiones, mejora de la eficiencia energética y mejora de las redes de transporte con menor impacto ambiental (crecimiento sostenible).
Además, a través de los fondos Feder se destinan otros 1.400 millones al fomento del empleo y la mejora de las cualificaciones y de la cohesión social (crecimiento integrador).
Los autores del estudio, pertenecientes a la Universidad de Valencia, estiman que el PIB experimentaría un incremento acumulado de 98.800 millones de euros durante los siete años de duración del plan. De ellos, 26.000 millones corresponderían al aumento del PIB respecto al escenario del Programa de Estabilidad en el año 2020 atribuible a las ayudas del Feder.
En cuanto al empleo, los recursos del Feder crearán en torno a 240.000 empleos netos al final del período, lo que supondría un aumento del empleo en el total del Estado del 1,4%.
Efecto mayores en las regiones más pobres
Estas ayudas se reparten entre todas las regiones españolas, aunque primando a las de menor renta y en particular a Extremadura, que es la única comunidad que se mantiene por debajo del 75% de la renta per cápita media de la UE.
De esta forma, los efectos esperados son mayores en las regiones más pobres y con tasas de desempleo más elevadas. En Extremadura, la región con mayor tasa de paro, el crecimiento del empleo inducido por el Feder sería del 5,3%, mientras que en Madrid, Navarra o el País Vasco, las regiones con menores tasas de paro, el crecimiento previsto del empleo rondaría el 0,5%.
Algo similar ocurre con el incremento inducido de la renta per cápita. En Extremadura, el PIB per cápita crecería en 1.600 euros entre 2014 y 2020 gracias al Feder, en Andalucía en 926 euros y en Madrid únicamente en 188 euros.