El FMI sube una décima su previsión de crecimiento para España pese a Cataluña

El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó la semana pasada sobre la incertidumbre que empiezan a sufrir las familias y empresas en Cataluña y su impacto potencial en el PIB. Hoy, por el contrario, ha actualizado su World Economic Outlook (Perspectivas de la Economía Mundial) con noticias positivas para España. El Fondo considera que la economía del país mantendrá su inercia positiva y aprovechará el buen tono del comercio internacional a pesar de los problemas domésticos. El organismo mantiene su previsión de crecimiento para este año en el 3,1%, una estimación que ya elevó en julio en medio punto dados los buenos datos cosechados en la primera mitad del año.

Esto significa que la institución descarta que la situación en Cataluña vaya a afectar a la actividad económica del conjunto del país en la recta final del año. Pero tampoco prevé un impacto significativo para 2018. De hecho, en su nueva estimación eleva el crecimiento de España hasta el 2,5% para el próximo año, lo que supone una décima más que en julio, fecha en la que ya había elevado en tres décimas la previsión de abril.

La nueva previsión del FMI no significa que descarte algún tipo de impacto por Cataluña, sino que el ritmo de la economía mundial tirará del conjunto del país mejorando las perspectivas de crecimiento. La recuperación sería más intensa y sólida sin los problemas derivados de las tensiones independentistas, pero esto no impide que la economía crezca y avance a buen ritmo. "La situación en España es de mucha preocupación", ha reconocido el economista jefe y director del Departamento de Investigación del FMI, Maurice Obstfeld, lo que genera mucha incertidumbre entre las empresas y familias. En su opinión, lo deseable es que las dos partes, tanto el Gobierno como el Govern, "no actúen de forma precipitada", sino que dialogen y negocien una solución a la tensión actual. De lo contrario, una crisis en España tendría un efecto contagio sobre otros países europeos, lo que cambiaría radicalmente las buenas perspectivas que maneja el Fondo.

El Fondo ha revisado al alza su estimación para las principales economías desarrolladas, tanto para 2017 como para 2018, lo que muestra que el ciclo global se está consolidando. La confianza que se vive en los mercados en los últimos meses es solo el reflejo del buen ritmo de la actividad global, con un comercio mundial en plena fase expansiva y una inversión que empieza a repuntar. En concreto, el FMI ha elevado en dos décimas su previsión de crecimiento para este año de las economías desarrolladas, hasta el 2,2%, y en una décima para el próximo, hasta el 2,0%. "La recuperación cíclica es más fuerte de la proyectada", explica el Fondo, "con un crecimiento generalmente por encima del potencial, lo que reduce gradualmente la holgura económica".

Si se cumplen las previsiones del Fondo, el comercio mundial experimentará este año su mayor ritmo de crecimiento en seis años, con un incremento del 4,2% en el volumen total de bienes y servicios comercializados entre países. En 2018 conservará esta inercia positiva con un aumento del 4%, lo que refleja el buen momento que vive la demanda de los hogares y las empresas. España se verá arrastrada por este ciclo positivo con un incremento paulatino del superávit por cuenta corriente, que fue de 23.800 millones de dólares y que crecerá hasta los 28.300 millones en 2018 y a 31.900 millones en 2022.

El Fondo estima que la inversión empresarial global alcanzará este año su mayor ritmo de crecimiento desde el estallido de la crisis

Este aumento de la demanda agregada a nivel global hace que las empresas quieran invertir para expandir sus negocios y aprovechar las oportunidades de mercado que surgen. El ritmo de crecimiento de la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF), esto es, la inversión productiva de las empresas en modernizar y ampliar sus equipos, alcanzará este año el 3,4% en las economías avanzadas. Este será el mayor crecimiento de toda la crisis, lo que evidencia el buen momento que vive el sector empresarial. Según el Fondo, en 2018 crecerá un 3,0%, manteniendo su ritmo vigoroso. "La continua recuperación de la inversión global ha espoleado una fuerte actividad manufacturera", explica el organismo dirigido por Christine Lagarde.

Europa se une al crecimiento

Las mayores revisiones al alza en las nuevas previsiones del FMI se producen en Europa, que después de tantos años de bajo crecimiento, empieza a unirse al ciclo expansivo del resto del mundo. En concreto, el Fondo ha elevado en dos décimas su estimación de crecimiento para la eurozona este año y el próximo, hasta el 2,1% en 2017 y el 1,9% en 2018, ambas por encima del 1,8% alcanzado en 2016. Este avance de la economía europea "refleja la aceleración de las exportaciones en un contexto de repunte del comercio global y de una continuada fortaleza de la demanda doméstica apoyada por las condiciones financieras favorables y la disminución del riesgo y la incertidumbre política", señala el Fondo. Un entorno propicio para que España pueda mejorar sus previsiones de crecimiento, y también Alemania, para quien el Fondo ha mejorado en dos décimas su estimación para 2017 y 2018, hasta el 2,0% y el 1,8% respectivamente.

Por su parte, Estados Unidos seguirá siendo el principal motor de crecimiento y de optimismo de la economía global. La desaceleración de la demanda interna en los primeros meses del año fue un espejismo y los últimos datos reflejan un elevado ritmo del comercio y la creación de empleo. El Fondo ha elevado en una décima su previsión de crecimiento para 2017, hasta el 2,2% (frente al 1,5% de 2016) y en dos décimas la de 2018, hasta el 2,3%. Cifras que muestran que la economía estadounidense tiene una gran tracción pese a los factores coyunturales que frenarán el ritmo de crecimiento en Europa en 2018.

Eso sí, Estados Unidos tiene por delante un momento de cierta incertidumbre política debido a la reforma fiscal que ha anunciado el presidente, Donald Trump. Estas estimaciones del Fondo se realizan sobre la base normativa actual, pero un cambio en los impuestos o el gasto público, pueden modificarlas, advierte el organismo.

Las economías emergentes también vivirán dos años de aceleración económica, según las previsiones del Fondo, apoyadas en el buen ritmo de China, que impulsará el comercio y la inversión. El FMI anticipa que el crecimiento en el país asiático podrá acelerar este año hasta el 6,8%, una décima más que en 2017, mientras que en 2018 frenará hasta el 6,5%. En cuanto al conjunto de economías emergentes, el organismo mantiene su estimación para este año en el 4,6% y eleva la de 2018 en una décima hasta el 4,8%.

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