"Estamos ya a finales de julio de 2017 y la negociación colectiva sigue su curso como así ha sido en 2014, 2015 y 2016 cuando la recuperación económica española es una realidad tanto en crecimiento de PIB, creación de empleo y ganancia de poder adquisitivo de los salarios gracias a inflaciones medias anuales negativas durante tres años seguidos". Así comienza el documento que ayer enviaron los presidentes de CEOE, Juan Rosell, y de Cepyme, Antonio Garamendi, a los secretarios generales de UGT y CC OO en relación a la negociación del AENC para 2017, en el que proponen que los salarios suban entre un 1,2% y un 2%, con un 0,5% variable en función de las características propias de cada empresa o sector.
La carta insiste, no obstante, en que los sindicatos no deben imponer la "cláusula de revisión salarial", que en la práctica esta desapareciendo de los convenios que se están firmando en los últimos meses en los distintos sectores y empresas.
Según Rosell y Garamendi, "mirando detalladamente la negociación, la gran mayoría de los convenios se están firmando entre incrementos del 0,5 y el 2 por ciento. Con datos de junio 2017 concretamente el 77,2 por ciento de los convenios que representan el 93,3 por ciento de los trabajadores.
Ambos dirigentes apuntan que "tras un importante crecimiento de las rentas salariales entre el año 2000 y 2008, concretamente el 72 por ciento en términos nominales sin tener en cuenta el número de perceptores, entre 2009 y 2013, en las mismas condiciones el retroceso fue del 11,9 por ciento". "Sólo, a partir de 2014, favorecido por el crecimiento económico, las rentas salariales vuelven a incrementarse a buen ritmo", destacan. "No hay ninguna duda que, durante este período, el progresivo crecimiento de las pensiones y las percepciones por diferentes subsidios han atemperado la problemática social", apuntan.
Haciendo un repaso de los convenios colectivos firmados hasta la fecha, la carta a los dirigentes de UGT y CCOO explica que "actualmente, la negociación nos lleva a que los salarios pueden llegar en toda la negociación colectiva al final del año entre 1,6 y 1,8 por ciento, siempre por debajo de la inflación prevista del Banco Central Europeo o muy cerca salvo que los precios del petróleo se desboquen de aquí a final de año, lo cual no parece previsible".
El presidente y el vicepresidente de CEOE creen, por tanto, que "no tiene sentido poner como condición definitiva y fundamental la cláusula de revisión salarial que, precisamente, ha ido desapareciendo en los últimos años desde el 47,40 por ciento del total de los convenios en 2010 hasta por debajo del 20 por ciento con datos provisionales en 2016". Avisan de que el hecho de que haya ido desapareciendo paulatinamente la cláusula de revisión salarial se debe a que se ha pactado con los trabajadores y ponen como ejemplo el convenio de la construcción firmado el martes y que afecta a más de un millón de trabajadores.
"La inflación baja está para quedarse gracias, en parte a la política monetaria de los grandes bancos centrales así como a la caída en los precios de las materias primas, la expansión del comercio mundial, las nuevas ofertas de los diferentes mercados y la revolución tecnológica que ha bajado costes", apuntan
Según los dirigentes de las organizaciones empresariales, "los incrementos salariales deben venir por la productividad, la competitividad y la mejora de los márgenes empresariales". "Ya nunca más tendrá nada que ver con la inflación. Y, además, sin perder de vista la inflación y los incrementos de salarios de los grandes países de la UE".
Rosell y Garamendi recuerdan a Unai Sordo y Pepe Álvarez una "buena noticia": la vuelta de los márgenes empresariales. Así queda reflejado en las estadísticas de recaudación del impuesto de sociedades, que aunque no volverán a las atípicas cifras de 2007 de 44.823 millones de euros, han entrado ya "en plena recuperación".
La vuelta a los beneficios es muy importante en grandes empresas, menos en medianas, algo más en las pequeñas y todavía hay grandes dificultades en las muy pequeñas y los empresarios individuales. "Con los últimos datos de la Agencia Tributaria sólo algo más del 50 por ciento de las empresas que presentan impuesto de sociedades, descontadas las inactivas, tienen resultados positivos", sentencian en la misiva. No obstante, los presidentes de CEOE y CEPYME creen que cuando esos resultados "son positivos", deben "quedar repercutidos en una mejora de los salarios en justa correspondencia".
Esta es la razón por la que la oferta de la AENC 2017 sea desde el 1,2 hasta el 2 más 0,5 variable en función de las características propias de cada empresa o sector. Hasta ahora los empresarios habían propuesto que las subidas salariales oscilaran entre el 1% y el 2%, con un 0,5% variable, por lo que han mejorado su propuesta para intentar llegar a un acuerdo.
Asimismo, tanto Rosell como Garamendi explican que son "conscientes" que de cara a la negociación del nuevo AENC 2018 y siguientes, después del verano, "debemos abordar conjuntamente una especial mejora de los salarios más bajos mediante distintos mecanismos que estamos dispuestos a recomendar".
Pero los dirigentes de CEOE y CEPYME no sólo abordan la propuesta salarial en la carta, sino que también prestan atención a la situación de los parados: "Es muy importante no olvidar a los que no tienen empleo, a quienes hay que facilitar cuanta más y mejor formación pero que sea la adecuada y no cualquiera. La prestación del subsidio de desempleo y otros debe ir obligatoriamente acompañada de formación o prestación de servicios sociales".
Y recuerdan, antes de concluir, qué temas deben pactarse antes de que acabe el año: "No podemos olvidar tampoco a la vuelta del verano, pero antes de final de año, llegar a acuerdos que ya llegan muy tarde sobre temas que podrían afectar muy positivamente para la competitividad de las empresas. Llevamos demasiados años perdiendo el tiempo y con reparto de culpas para todos los agentes sociales y Administración".
En la agenda pendiente para después de verano se encuentra la creación de un Consejo de Negociación Colectivo, el arbitraje de conflictos individuales y colectivos, la presentación de una nueva Ley de Formación, la modernización de cuantas leyes laborales creamos oportunas, la nueva ley de Prevención de Riesgos Laborales, la Financiación de los Sindicatos, el papel de las mutuas, las pensiones, la Seguridad Social, y la reforma de los Servicios de empleo.
"Esperamos y deseamos que la posible firma de este AENC 2017 y los siguientes, contribuya a la consolidación de la recuperación de la economía y que llegue al máximo número posible de ciudadanos", concluyen la carta.