Los niveles de morosidad empresarial han registrado un repunte en el primer semestre de 2018, según refleja el Índice Sintético de Morosidad Empresarial, recogido en el Boletín de Morosidad y Financiación Empresarial que elabora CEPYME, en colaboración con la Dirección General de Industria y de la Pyme.
El Indicador Sintético de Morosidad Empresarial (ISME), que mide la evolución de la morosidad empresarial, revela un repunte de esta negativa práctica comercial de alrededor de 3 puntos desde finales del pasado año. Si bien los periodos medios de pago muestran cierta contención durante este periodo, el porcentaje de crédito comercial que se encuentra en mora se ha incrementado significativamente. Pese a que, en el segundo trimestre de 2018, período analizado en el último número del mencionado Boletín, se ha registrado una ligera desaceleración en la morosidad respecto del trimestre anterior, el registro alcanzado refleja una clara tendencia de elevación de los niveles de morosidad, que se aprecia desde el mínimo alcanzado en el primer trimestre de 2013.
El periodo medio de pago se situó en 82 días, inferior a los 84’8 registrados en el primer trimestre, pero por encima de los 80,9 días de finales de 2017. Por su parte, la deuda comercial en retraso se incrementó hasta el 74’9% del total de crédito comercial, confirmando la tendencia de crecimiento de la morosidad empresarial en ciclos alcistas como el que atraviesa la economía española. Esta tendencia permite prever que, de mantenerse las previsiones de crecimiento, el ritmo de incremento del crédito comercial en mora siga siendo importante en los próximos meses
Pese a este incremento del crédito comercial en mora, el coste de la morosidad se ha mantenido en el entorno del 0’1% del PIB, aproximadamente 1.089millones de euros, contenido en parte por la leve reducción del período medio de pago y el mantenimiento de los tipos de interés.
Por tamaño de empresa, las microempresas redujeron en tres días el plazo medio de pago durante el segundo trimestre de 2018, hasta los 78’6 días (81,8 días en el trimestre anterior). Estas empresas pagan sus facturas con siete días de antelación respecto de las empresas medianas, que superan en más de 25 días el plazo de pago legal (85,7 días, frente a los 60 días que establece la Ley).
En el caso de las pequeñas empresas, el plazo medio de pago se redujo hasta los 80,9 días, frente a los 86’7 días registrados en el trimestre anterior.
Estos datos confirman que, a medida que aumenta el tamaño empresarial del deudor, los retrasos en los pagos de las facturas se incrementan, entre otras razones, por el mayor poder de negociación del que suelen disfrutar estas empresas en sus relaciones comerciales, lo que supone un desagravio para la financiación del circulante de las empresas de menor tamaño que, por lo general, suelen soportar períodos de cobro más dilatados y de pago más reducidos.
Por sectores, la industria agroalimentaria y la distribución alimenticia son las ramas de actividad con períodos medios de pago más ajustados al período legal de 60 días (74,1 y 74,8 días, respectivamente), mientras que los sectores del textil y de laconstrucción y promoción tienen los peores comportamientos en este ámbito, con periodos medios de cobro de 90,1 y 99,1 días, respectivamente; más de 30 días por encima del periodo legal.
En cuanto a las Comunidades Autónomas, Aragón y Castilla y León se consolidan como las regiones con menores períodos medios de pago entre empresas, con 70,7 y 73,9 días, respectivamente. En el lado contrario, Murcia, Andalucía y Madrid son las Comunidades con mayores retrasos en los pagos entre empresas, acumulando 92,5; 89 y 87,3 días, respectivamente.
El Boletín de Morosidad y Financiación Empresarial analiza también la morosidad de las administraciones públicas, que muestra un mejor comportamiento en comparación con el trimestre anterior. Destaca en este ámbito el comportamiento de las Comunidades Autónomas, el nivel administrativo con menores plazos medios de pago a sus proveedores; 33 días, solo tres por encima del límite legal.
Por el contrario, las corporaciones locales, a pesar de reducir en 33 días sus plazos medios de pago, hasta los 63 días, siguen siendo las entidades públicas que más tardan en pagar.
El Boletín de la Morosidad y Financiación Empresarial es unapublicación de periodicidad trimestral para el seguimiento y la vigilancia de la morosidad en las operaciones comerciales entre empresas, que ofrece los datos procedentes de fuentes oficiales y empresariales acerca de la evolución del comportamiento de pago entre las pymes. Es el resultado de la colaboración de CEPYME y la Dirección General de Industria y de la Pyme.
DESCARGAR EL BOLETÍN DE MOROSIDAD Y FINANCIACIÓN EMPRESARIAL nº 16 II Trimestre 2018