En este sentido, la presidenta de la Comisión de Igualdad de CEOE, Val Díez, ha explicado que “la reivindicación de que ‘a igual trabajo, igual salario’ es un objetivo justo, lógico y esencial en nuestro sistema de garantías y en el marco de unas relaciones de trabajo protegidas por la ley y los convenios colectivos. Cualquier indicio de discriminación, en materia salarial o en cualquier otra, debe reprocharse y erradicarse en nuestra sociedad, y las empresas deben por ello rechazar y eliminar cualquier discriminación directa o indirecta hacia las mujeres. No obstante, que dos personas, sean hombres o mujeres, perciban diferente salario, no significa necesariamente que una esté siendo discriminada con respecto a la otra, pues puede haber elementos individuales que justifiquen esas diferencias”.
La experiencia muestra que, si bien es clara la importancia de las empresas en la consecución de la igualdad de oportunidades para las mujeres, en muchos aspectos su consecución efectiva está condicionada fuera del ámbito laboral, implicando a la Administración, a la corresponsabilidad de los hombres con sus parejas y a la sociedad en su conjunto.
La Comisión de Igualdad entiende que hay diversas causas, algunas históricas, que han contribuido a generar la brecha o diferencia salarial:
-Algunos conceptos retributivos como la antigüedad y determinados pluses, junto a diferencias en orientaciones profesionales y duración de la vida laboral, han beneficiado más a colectivos mayoritariamente masculinos.
-La escasa presencia femenina en las posiciones más altas de las organizaciones. Las empresas deben ofrecer a las mujeres Igualdad de oportunidades de promoción y acceso a puestos de mayor responsabilidad y sus entornos deben apoyarlas para que quieran y puedan aceptarlos.
-El mayor porcentaje de mujeres que solicitan reducciones de jornada para atender a los hijos o mayores. Las causas que llevan a las mujeres a ser las que mayoritariamente asumen las cargas familiares trascienden de la gestión empresarial, debiendo ser la corresponsabilidad de los hombres y las medidas de apoyo de las Administraciones (guarderías, ayuda a la dependencia, etc) las que lleven a equilibrar estas cuestiones.