Funcas ha mantenido su previsión de crecimiento de la economía española en el 2,8% para 2018 y en el 2,4% para 2019, lo que supone la prolongación de la onda expansiva durante estos dos años, aunque en clara desaceleración. A favor juegan el saneamiento financiero de las empresas, el favorable posicionamiento competitivo y la propia inercia del crecimiento. Por otra parte, a falta de más información sobre las medidas a adoptar por parte del nuevo Gobierno, Funcas no anticipa un cambio en la política macroeconómica en este periodo.
Frente a estos factores operan otros, externos e internos, que han impedido la revisión al alza de las estimaciones. Por un lado, pesará en el crecimiento el incierto entorno exterior, la normalización de la política monetaria en Europa y el encarecimiento del petróleo. Uno de los grandes desafíos para la economía mundial y la española en particular es el recrudecimiento de las tensiones comerciales. De producirse una guerra comercial derivada de las medidas arancelarias impuestas por EEUU, el impacto sería significativo en la economía española, ya que las exportaciones representan el 35% del PIB, 10 puntos más que antes de la crisis.
Por otro lado, en el plano interno se observa una estabilización de la tasa de ahorro de las familias -por el agotamiento de la demanda estancada durante la crisis- y una moderación del tirón del turismo. El consumo de los hogares perderá tres décimas respecto al año pasado y coincidirá también con el menor consumo público, debido a los retrasos en la aprobación de los presupuestos y el repunte de la inflación.
En cuanto a los precios, Funcas espera un importante aumento del IPC en 2018 y 2019 como consecuencia del encarecimiento de los productos energéticos importados y la debilidad del euro. El deflactor del consumo subirá el 1,8% este año y el 1,5% el próximo, tres y dos décimas más que en la anterior previsión, respectivamente.
Las previsiones de Funcas apuntan también al mantenimiento del ritmo de creación de empleo. El número de ocupados aumentará un 2,5% este año, una décima más que en el anterior pronóstico, y en 2019 se prevé que lo haga un 2,1%. Durante el bienio se generarán en torno a 800.000 empleos, lo que permitirá un descenso de la tasa de paro hasta el 12,5% a finales del próximo año.
El déficit público alcanzará el 2,6% del PIB en 2018 y quedará en el 2,1% en 2019, lo que supone un aumento de cuatro y tres décimas frente a la anterior estimación. Pese al carácter expansivo de los Presupuestos Generales del Estado, España saldrá del Procedimiento de Déficit Excesivo.