El comportamiento en los próximos meses de los tres grandes emisores turísticos -Reino Unido, Alemania y Francia-, además de los de Italia, Holanda y EE.UU., puede hacer decantarse la balanza de turistas extranjeros en España en 2018 entre un crecimiento muy moderado, nulo o negativo, según Turespaña.
De su informe prospectivo trimestral del turismo internacional hacia España para el tercer trimestre de 2018 se desprende que la tendencia para los próximos meses es de crecimiento moderado o estancamiento en turistas, aumento moderado en gasto y descenso o estancamiento en pernoctaciones. La partida de gasto turístico mantiene cifras positivas y "esperanzadoras", poniendo de relieve tanto el éxito de las últimas políticas en materia de turismo, como la búsqueda alternativa de otros tipos de productos como el cultural, el gastronómico, las visitas a ciudades o el turismo de compras.
Aunque, para el tercer trimestre, las previsiones para el flujo turístico a nivel internacional son, en general, positivas para la mayoría de mercados, los síntomas de ralentización observados en la primera mitad de 2018, empiezan ya a consolidarse en algunos de ellos, indicando "un más que presumible cambio de tendencia al menos en lo que a entrada de turistas y pernoctaciones se refiere".
Esta tendencia podrá hacerse más o menos evidente durante el último trimestre de año, dependiendo de la evolución de los mercados que más peso tienen en el agregado internacional -Reino Unido, Alemania y Francia, que suponen en su conjunto más del 50% de turistas en España- y, en menor medida, de los de Bélgica, Suecia, Portugal, Suiza e Irlanda.
Las previsiones "menos halagüeñas" son las de aquellos emisores que actualmente copan el mayor volumen de turistas como son Reino Unido y Francia, ambos con síntomas de cambio de ciclo desde hace varios trimestres.
A ello se suma "una Alemania que resiste en turistas pero cede en gasto y pernoctaciones", de acuerdo con el estudio. Para el período entre julio y octubre, la previsión es de un aumento interanual del 2,4% en el número de turistas en España, siendo el Reino Unido y Suiza los únicos mercados con tasas negativas, del 4,2% y del 4,9%, respectivamente.
En cambio, EE.UU. y resto del mundo muestran "notables" repuntes del 9,9% y del 11% cada uno, al igual que Portugal, con uno del 10,1%. Centroeuropa, por su parte, modera sus crecimientos, mientras Italia y Bélgica muestran avances por encima del 5%.
En cuanto al gasto, se mantienen todavía tasas bastante positivas para la mayoría de mercados, inclusive para los que ya están mostrando un evidente cambio de tendencia en entrada de turistas o pernoctaciones, lo que puede deberse a políticas turísticas como la búsqueda del denominado turista cosmopolita.
Se espera que el gasto crezca un 5,3% entre julio y octubre, siendo Suiza el único mercado con tasa negativa, del 3,1%, en tanto que EE.UU. sigue siendo el país con más potencial, con un notable repunte del 11%. El norte de Europa muestra crecimientos moderados, incluido Alemania, pero el resto de los principales emisores turísticos presenta crecimientos por encima del 5%.
En pernoctaciones hoteleras, donde se prevé un aumento del 1,1% entre julio y octubre, son varios los países en situación de decrecimiento desde hace ya varios periodos como Alemania, que confirma esa senda, con un descenso de 5,1%. Respecto a la posible desestacionalización de los principales mercados emisores, de la que dependerá también la evolución del turismo en España en los próximos meses, "existen ligeros indicios de que esto ya podría estar ocurriendo, si bien de manera todavía muy leve".
Por ejemplo, para Francia, se prevén tasas positivas en septiembre y octubre, meses tradicionalmente pobres en entrada de turistas, y que en los últimos años han mostrado caídas, especialmente, tras el 'boom' turístico de 2016 y 2017. En los próximos trimestres se podrá comprobar si, en efecto, estos grandes países incrementan sus viajes a España también en otros periodos del año fuera del estival, y si aumenta su disposición a realizar otros tipos de turismo distintos al de sol y playa.