Es necesario implementar una formación especializada y con continuidad en el sector de las energías renovables, para evitar que los proyectos actualmente en curso y los que se vayan incorporando tengan que recurrir a mano de obra especializada foránea al no contar con personal debidamente preparado en Extremadura. Este fue el eje de la intervención de Cristóbal Maza, director gerente de ASPREMETAL, y que participó en la mesa de debate sobre energías renovables del I Ágora Internacional en representación de la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX).
En esta mesa, que además tuvo como escenario la sede de la organización representativa del empresariado extremeño, participaron, además de Maza, Cosme Segador, director de AGENEX; Francisco Cobos, director comercial de Electrofil, y David Aguilera, director general de Gas Extremadura.
Según apuntó Maza, es imprescindible que en los programas formativos en torno a las renovables se cuente con el sector empresarial, para poder ajustar la oferta de formación a las demandas de los promotores. Además, el representante de la CREEX recordó que hace unos años apenas había un módulo de formación en este sector, que se impartía en un único centro de Extremadura. “Si no hay formación especializada, o si esa formación no se ajusta a las necesidades del mercado, los grandes proyectos de energías renovables no van a absorber empleo local al no contar con la preparación adecuada, y se tirará de personal de fuera”, advirtió Maza.
Además, indicó que los planes formativos deben ser continuos, no depender de convocatorias de subvenciones.
Por su parte, Cosme Segador, tras aportar datos renovables en Extremadura (584 plantas fotovoltaicas en funcionamiento y 17 termosolares, que suman una potencia instalada de 1.411 megavatios, a lo que hay que añadir proyectos que suman 6.000 megavatios de potencia y 4.000 millones de inversión) aludió también a la formación, indicando que el sector es muy complejo, con cambios normativos constantes que obligan a una especialización y una actualización continua de conocimientos.
En el mismo sentido, Francisco Cobos fijó el reto formativo en parámetros como la formación específica, las prácticas en empresas, la capacidad para trabajar en equipo, la visión a largo plazo y la capacidad de liderazgo.
Mientras, David Aguilera hizo una lectura más amplia, aludiendo no solo a la formación que se necesita, sino a la propia producción, explicando que habría que aprovechar la energía barata que se estaba produciendo y que ahora va fuera por falta de industrias: “se nos están yendo los kilowatios como se nos va el talento”. Este concepto lo extendió el representante de Gas Natural a otros sectores y, así, hizo referencia a las declaraciones de hace unos días del secretario general de la CREEX, Javier Peinado, sobre la posible mina de litio en Cáceres, reclamando que no se rechacen proyectos sin más, que se analicen, sugiriendo la posibilidad de complementar la actividad minera con la puesta en marcha de una fábrica de vehículos eléctricos, abriendo así oportunidades en lugar de cerrarlas.
En el turno de preguntas, el propio Javier Peinado planteó a los ponentes la cuestión de si el actual boom de proyectos de energías renovables podría impulsar el necesario cambio en el modelo productivo. La respuesta de los integrantes de la mesa fue que en este momento es difícil predecir el impacto que tendrá el desarrollo de esta industria, pero que lo que es claro es que Extremadura debe poner todo de su parte para aprovechar la generación de empleo y actividad económica que supone su situación.
Lo fundamental, según visión de la CREEX, es que no vuelva a ocurrir ahora lo que ya ocurrió con las dos ‘revoluciones energéticas’ en las que el territorio extremeño fue protagonista, es decir, la hidráulica y la nuclear. En ambos, las instalaciones de generación que se colocaron en Extremadura apenas acarrearon valor añadido en forma de actividad económica o modelo productivo, más allá del estrictamente vinculado al mantenimiento de las propias plantas, ya que la energía sirvió para abastecer a las industrias de otras partes del país, no para generar un crecimiento industrial aquí.