Seis meses después de la entrada en vigor del registro obligatorio de la jornada laboral son muchos y variados los interrogantes sobre cómo aplicarlo de forma correcta, tal y como ayer evidenciaron el centenar de empresarios que participó en el IV Encuentro Empresarial 3e+ `Sumamos Negocio’, que organizó la CREEX en Mérida con la colaboración de la Federación Empresarial de Mérida y Comarca (FEMEC).
El secretario general de la CREEX, Francisco Javier Peinado, mostró su satisfacción por el éxito de la convocatoria y animó a los participantes a aprovechar sinergias y conocimientos en el networking posterior a la ponencia “porque compartiendo iniciativas, negocios, experiencias y sensaciones podemos crecer más”.
Además, mostró el apoyo de la CREEX a la Federación Empresarial de Mérida y Comarca (FEMEC) “porque tener, por fin, la unidad empresarial en esta zona es importantísimo para todos”. Asimismo, recordó que CREEX es la “única organización legitimada para reclamar, exigir y defender los intereses del tejido empresarial de Extremadura, y un buen ejemplo de ello es el Plan de Empleo de Extremadura, enmarcado dentro del trabajo que se realiza en el diálogo social”.
Por otro lado, el presidente de FEMEC, Andrés de la Villa, aprovechó para dar a conocer los objetivos de esta nueva organización, entre los que se encuentran impulsar el emprendimiento y la formación, mejorar la capacitación profesional de los trabajadores, el apoyo a las energías renovables y la eficiencia energética y “abrir las puertas de la transformación digital a las pymes”.
El Encuentro contó con la ponencia del jefe de Inspección de Trabajo de Badajoz, Samuel Rey Pérez, que justificó la entrada en vigor del registro horario para dar respuesta, principalmente, a distintas sentencias judiciales y a la necesidad, como Estado miembro de la UE, de cumplir con la normativa comunitaria que obliga al registro de la jornada de cada trabajador.
Rey Pérez explicó que el registro es obligatorio para todas las empresas y trabajadores sujetos al Estatuto de los Trabajadores, que debe recoger la hora exacta de inicio y fin de la jornada y debe ser “individualizado, objetivo, veraz, fiable y no manipulable”. También recordó que queda excluido el personal de alta dirección y los socios trabajadores de cooperativas, al entenderse que la relación existente es mercantil y no de carácter laboral.
Asimismo, subrayó que el citado registro debe estar a disposición de la Inspección de Trabajo y de los representantes de los trabajadores, a quienes no es obligatorio entregar una copia. La empresa tiene que conservar el control horario por un periodo de cuatro años.
El jefe de Inspección de Trabajo indicó que el objetivo del control es registrar el tiempo efectivo de trabajo y es justo este punto el que generó las primeras dudas para saber qué era tiempo de trabajo y qué no. Según manifestó ayer en el Encuentro, es computable como tiempo de trabajo las comidas y viajes por motivos laborales, los exámenes relacionados con el trabajo y las guardias localizables, entre otros.
Por el contrario, no puede computar como tiempo efectivo de trabajo las pausas legales por el tipo de jornada, las pausas para la conciliación de la vida familiar, el tiempo para fumar o tomar café, las consultas médicas y los desplazamientos de casa al trabajo y del trabajo a casa, “excepto si se carece de un centro físico habitual”. “Como no todo lo que ocurre entre el inicio y el fin de la jornada es tiempo efectivo de trabajo, lo recomendable es consignar también las pausas”, dijo Rey Pérez.
A su juicio, y como conclusión, el ponente afirmó que el registro de la jornada laboral “clarifica el tiempo de descanso y el tiempo de trabajo, controla la productividad y el absentismo laboral y da seguridad jurídica, tanto a los empresarios como a los trabajadores”.
Posterior a la ponencia se llevó a cabo un networking para ofrecer a los asistentes la oportunidad de poder ampliar su red de contactos con el fin de generar negocio.
Este Encuentro se ha organizado en el marco del programa de promoción del Plan de Empleo de Extremadura, con la financiación del SEXPE (Consejería de Educación y Empleo).
