Tras la victoria del Partido Socialista en los pasados Comicios Generales del 28 de abril, el gobierno de Pedro Sánchez pretende situar a España a la cabeza de la instalación de nuevas renovables.
Para ello, el ejecutivo plantea, en línea con su Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) el compromiso de que las energías limpias representen un 35% del sector eléctrico en 2030, cuando la meta marcada por la Unión Europea para Europa es del 32% en ese plazo. Mientras tanto, está pendiente de anunciarse una cuarta subasta de renovables, en este caso de al menos 3.000 MW, para este mismo 2019.
España ya posee cerca de 100.000 MW instalados de energía eléctrica, de los cuales cerca de 20% son renovables. Con una proyección de incrementar hasta 50.000mas MW para 2025, las energías limpias representaran más del 35% antes de la meta de conseguirlo para 2030. Por ello, las energías eólica y fotovoltaica vuelven a atraer todas las miradas y prueba de ello es el giro estratégico empresarial de las grandes energéticas, que adaptan su estrategia a un modelo más verde. En este marco, España gana terreno para convertirse en líder de la energía limpia en Europa, ya que se prevé que la energía eólica y solar representen el 50% de la producción energética frente al 27% actual, además de la instalación de 50 GW de nuevas plantas solares y eólicas adjudicadas, principalmente, a través de subasta.
La energía solar fotovoltaica en España vuelve a encontrarse en su mejor momento gracias a una importante bajada de costes, una regulación que vuelve a ser favorable y la ventaja geográfica de ser el país con más horas de luz de Europa. Estos factores convierten de nuevo a la energía solar en una de las grandes esperanzas para limitar las emisiones de CO2 y cumplir con el objetivo europeo de descarbonización en 2030. Como resultado, los inversores han recuperado el interés en la rentabilidad de este tipo de energía y España vuelve a situarse como paraíso del inversor en el sector de las energías renovables.
Por su parte, la energía eólica española aumentó el pasado año en 392 megavatios, hasta alcanzar los 23.484 megavatios, una cifra que pone de manifiesto el periodo de vuelta a la actividad con mayúsculas de este tipo de energía (gracias a las subastas que se llevaron a cabo durante los años 2016 y 2017) y que antecede a una época de acción aún más intensa para que la energía eólica se convierta en la primera tecnología de nuestro sistema eléctrico en los próximos años y pueda duplicar la potencia instalada en el 2030.
El compromiso climático en el centro de la demanda social
La demanda social por una acción firme frente al cambio climático se ha materializado en la exigencia de más de 25 colectivos, organizaciones y movimientos sociales a los futuros gobiernos locales, autonómicos, central y europeo para que declaren el estado de emergencia climática y actúen en consecuencia. Ante la gravedad de la situación climática y ecológica, las diferentes organizaciones piden una actuación rápida, en la que es fundamental el abandono de los combustibles fósiles y la apuesta por una energía 100% renovable para reducir a cero las emisiones netas de carbono. Y el mejor momento para la transición energética en España es éste.
La transición energética ha transitado por un camino dificultoso en pasados años, debido a numerosas trabas administrativas que suponían una enorme inversión apenas rentable a largo plazo. Con la abolición de la ley del impuesto al sol el pasado mes de octubre, se abrió la senda hacia una ley de autoconsumo fotovoltaico más razonable y se recuperó el impulso del autoabastecimiento eléctrico basado en energía solar, sin cargas y con la posibilidad de cobrar por el excedente no consumido.
La digitalización para impulsar la inversión en el mercado de las renovables
Según Kaiserwetter, la compañía internacional líder en “Data as a Service” de Enertech, España no aprovecha el potencial de su energía fotovoltaica como debería, siendo el tercer tipo de energía en la contribución energética del país (representando sólo un 11%), por detrás de la eólica y la hidráulica. Para alcanzar los objetivos de la UE y del Acuerdo de Paris, Kaiserwetter impulsa la adopción de la digitalización en el sector de las renovables. Para ello, recientemente ha lanzado ZULU, el primer Configurador Online de Servicios para energías renovables a nivel mundial, que permite facilitar la operación técnica y comercial de parques energéticos maximizando sus rendimientos y minimizando los riesgos de inversión.
Por primera vez, los inversores tienen la posibilidad de elegir libremente los servicios a contratar de acuerdo a sus necesidades. La nueva herramienta digital ofrece, de forma inmediata, precios estandarizados para cada paquete de servicios, aportando la máxima transparencia a la hora de competir por la gestión de los activos de los nuevos parques. ZULU está disponible por ahora para la gestión de parques eólicos, y en junio 2019 estará operativa para su utilización por las plantas fotovoltaicas.
Además, su plataforma digital del IoT ARISTÓTELES, ofrece tecnología basada en Smart Data Analytics, Predictive Analytics e Inteligencia Artificial para activos de energía renovable. La plataforma agrega datos técnicos, meteorológicos y financieros, maximizando el rendimiento en la generación de energía renovable, ofreciendo el mayor retorno de la inversión, así como minimizando los riesgos de inversión. Gracias a ello, se maximiza la transparencia, un aspecto fundamental para los inversores y para los bancos financieros, que demuestra cómo la digitalización es clave para impulsar la inversión en el mercado de las energías renovables.