La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha advertido de que la parálisis política y la ausencia de reformas ya suponen un coste para la economía y ha señalado que contar con un Gobierno estable con un programa de reformas podría mejorar las expectativas de consumo e inversiones.
En esta línea, la CREEX ha llamado la atención sobre la situación de parálisis económica motivada por el clima de inestabilidad política y la falta de Gobierno, un escenario que se prorrogará por la repetición de elecciones generales el próximo mes.
En concreto, la organización más representativa del empresariado extremeño ha mostrado su preocupación por el estancamiento de las inversiones productivas, la incertidumbre legislativa y los problemas de financiación que están sufriendo las Comunidades Autónomas. Todo ello ocasiona que el sector privado paralice sus inversiones a la espera de conocer las reformas y leyes que pondrá en marcha el nuevo Gobierno y que pueden afectar a la reforma laboral y a la presión fiscal que sufren las empresas, entre otras cuestiones.
Además, a la situación interna hay que sumar la inestabilidad del escenario internacional y las previsiones de todos los organismos, que apuntan a una desaceleración global de la economía, mientras en España no hay un Gobierno estable que tome decesiones que permitan que nos adaptemos a estos cambios.
Previsiones de crecimiento
Desde Funcas han evitado cuantificar el impacto, en un contexto de incertidumbre, pero sí han subrayado "que un Gobierno estable con un programa de reformas podría mejorar las expectativas de consumo e inversiones".
Funcas ha rebajado tres décimas, hasta el 1,9%, su previsión de crecimiento económico para este año y medio punto, hasta el 1,5%, la del 2020, en un entorno de "final de ciclo", de "fuerte desaceleración, aunque no recesión".
En estas previsiones, se explica que dos décimas del ajuste de este año corresponden a la revisión de la serie histórica que ha hecho el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la otra por el menor crecimiento de la demanda interna.
El Gobierno, que ha de remitir a Bruselas sus previsiones antes del 15 de octubre, mantiene para este año una previsión de crecimiento del PIB del 2,2%, mientras que para 2020 prevé un 1,9%.