Sobre el papel, en la UE ya no existen fronteras para el desplazamiento de las personas, ya sea para trabajar o por cualquier otro motivo. Sin embargo, persisten ‘fronteras burocráticas’, en forma de trámites administrativos diferentes según el país, que dificultan en la práctica estas relaciones laborales y empresariales.
Así lo ha puesto hoy de manifiesto el secretario general de la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX), Javier Peinado, durante la celebración del Eures Job Day. “En el caso de personas que viven a un lado de la Raya y trabajan en el otro, y de empresas que contratan a estas personas o realizan su actividad en el otro lado, queda aún un trecho por avanzar, cosas que parecen pequeñas, pero que pueden dar problemas, como las autorizaciones si tienes un vehículo matriculado en un país que circula habitualmente al otro lado de la frontera, o una furgoneta de reparto que realiza su actividad en el otro país, etcétera. Eso no tiene sentido, se quitaron las fronteras y ahora queda eliminar estas trabas”, ha explicado.
Esta es una de las funciones del Eures Transfronterizo Extremadura-Alentejo, un proyecto en el que participan las administraciones extremeña y lusa, representadas por el SEXPE y el IEFP, la FEMPEX y las organizaciones empresariales Fundación CRESEM (de la que es patrona la CREEX), y NERE y NERPOR por parte portuguesa.
Dentro de las actividades de este proyecto se encuadra el Job Day que hoy celebra su segunda edición, una jornada dedicada a “facilitar el intercambio de empresas y trabajadores a ambos lados de la Raya, ya que el tejido productivo y la realidad socioeconómica es muy similar y eso facilita el establecimiento de sinergias para crecer”, ha comentado Peinado.
Según ha añadido, la experiencia en esta colaboración es “muy buena” y está permitiendo reforzar lazos y consolidar el tejido productivo. En cuanto a sectores, el secretario general de CREEX ha aludido a que la mayor parte de actividades y personal que puede encuadrarse en los fines de este proyecto se centran ahora en el sector servicios y en la construcción.
DETECTAR Y SUPERAR
Por su parte, Manuel González, jefe del Servicio de Orientación del SEXPE y coordinador del proyecto Eures Transfronterizo en Extremadura, ha destacado el hecho de que esta iniciativa haya integrado a otras administraciones y a las organizaciones empresariales, “porque es una apuesta por profundizar en la cooperación, y para eso es muy importante que todas las entidades implicadas trabajemos juntas”.
González ha resaltado que el principal objetivo del programa es “identificar y superar las barreras a la movilidad transfronteriza, una cuestión muy relevante si se tiene en cuenta que Extremadura comparte 400 kilómetros de frontera con Portugal”, y ha añadido: “pretendemos que las personas que vivan en Extremadura y quieran trabajar en Portugal, y viceversa, cuenten con los recursos para superar posibles barreras de tipo fiscal, laboral, de prestaciones sanitarias, de trámites en tráfico, etcétera”.
El coordinador de Eures ha citado expresamente la importancia de la colaboración de las organizaciones empresariales en este proyecto “porque sin empresas no hay empleo, y nos están ayudando mucho para que los trabajadores, una vez que logran un contrato, puedan realizar los trámites precisos para ejercer su labor sin trabas”.
Finalmente, el representante del SEXPE ha indicado que uno de los problemas con que se ha encontrado este proyecto es la carencia absoluta de datos “lo que impedía valorar realmente cuál es el impacto de la movilidad transfronteriza para poner en marcha acciones específicas”, un problema que está en vías de resolverse, ya que el Observatorio del Empleo de Extremadura tiene en marcha un programa para recabar y ordenar todos los datos precisos.
