La Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) ha mostrado su honda preocupación por los datos publicados por el INE estos días, que reflejan una nueva caída de población en Extremadura a lo largo del primer semestre de 2019. Según estos datos, Extremadura perdió en seis meses 2.627 habitantes, el segundo peor resultado de España en términos absolutos, solo por detrás de Castilla y León, y el peor resultado en términos relativos, con una caída del 0,25% de su población total. Y esto, además, en un escenario en el que el conjunto de España gana población, sumando más de 163.000 habitantes en el semestre.
La pérdida de población extremeña se debe tanto al saldo vegetativo negativo (la diferencia entre nacimientos y defunciones fue de -2.303 personas) como al saldo migratorio. En este sentido, si bien el saldo migratorio con el extranjero fue positivo, sumando 976 habitantes, se vio superado por la cifra de personas que abandonaron Extremadura para afincarse en otros puntos de España, cuyo saldo llegadas/salidas es de -1.283.
“Esta situación pone en riesgo la sostenibilidad de muchas zonas rurales”, ha explicado Javier Peinado, secretario general de la CREEX, para añadir: “no podemos seguir asumiéndolo como algo normal, hablando de que hay que hacer algo, hay que ponerse ya, de manera urgente, con las soluciones, porque cualquier dilación puede llevarnos en algunas comarcas a situaciones de no retorno”.
PROPUESTAS DE CREEX
Desde la CREEX ya se han esbozado algunas de estas medidas, incluidas aquellas que pueden implementarse de manera inmediata, que trasladará como propuestas a la concertación social. Así, en el documento ’13 Retos & 100 Soluciones’ se contemplan acciones directas para zonas afectadas por la despoblación, como beneficios fiscales especiales en impuestos cedidos (Patrimonio, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, Sucesiones y Donaciones o tramo autonómico del IRPF), deducciones sobre la cuota del tramo autonómico ligado a rentas de actividades económicas, del trabajo asalariado y del capital, bonificación de la cuota sobre beneficios de las empresas con sede en esos municipios, acceso a las redes TIC de alta capacidad, ayudas a los ayuntamientos para promocionar el emprendimiento y la atracción de empresas, acompañamiento a emprendedores, apuestas por las starts ups innovadoras, y créditos rápidos a pymes y autónomos que se ubiquen en dichas zonas en riesgo de despoblación.
“Estas serían medidas de aplicación inmediata, pero no las únicas”, ha apuntado el secretario general de la CREEX, y ha añadido: “en el mismo documento también se alude a cuestiones que podrían tener impacto positivo en la fijación y atracción de población, como la digitalización de la agricultura, que atraería talento joven a nuevos sectores; la promoción de la economía verde y circular; la mejora de la formación, la innovación, las infraestructuras de transporte; los beneficios fiscales generalizados para pymes y autónomos o la igualdad real de oportunidades, que pasa por facilitar la conciliación en zonas donde ahora es complicada, puesto que tienen carencias en servicios púbicos como guarderías, residencias de la tercera edad o servicios a la dependencia”.
Por todo ello, Javier Peinado ha incidido en que se trata “de cambiar el enfoque, de ver oportunidades en la nueva situación, nuevos empleos, pero para ello es necesaria una decidida acción política, un modelo fiscal apropiado y un cambio en la mentalidad en cuanto a qué tipo de formación y cualificación se necesita para estos retos”.
El secretario general de la CREEX ha insistido en que hay que superar de una vez “la parálisis por análisis, ya que conocemos el problema, sus causas y consecuencias, y lo que toca es actuar sin esperar más, puesto que somos conscientes de que algunas medidas tardarán un tiempo en mostrar sus resultados”.