El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha firmado esta mañana el acuerdo de subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) pactado con el Gobierno y los sindicatos. Garamendi, tras reiterar que la organización empresarial española “está para sumar, con sentido de Estado, independencia y lealtad institucional”, ha abogado por “dar estabilidad para que las empresas funcionen”, y supeditar cualquier subida del SMI a la realidad de la desaceleración.
En referencia a la situación del campo tras las dos subidas del SMI, el presidente de la CEOE ha coincidido en su análisis en lo manifestado por el secretario general de la CREEX, Javier Peinado, en el sentido de que el impacto es mucho más negativo en territorios como Extremadura, por el peso del sector primario y el de servicios, que en otras zonas, y que eso es un factor a considerar. “Es muy fuerte que se diga que esta subida no ha tenido impacto en los datos de empleo. Quien piense así, que reúna a la Mesa del Campo y lo explique allí”, ha comentado Garamendi.
El presidente del empresariado español también ha apuntado que en ciertas comunidades, como Extremadura, el SMI “ya está en el 60% o en más del 50% del salario medio, hay que bajar a la realidad, y ver que España es diversa, no solo cuando interesa, y esa diversidad hace que no sean lo mismo 950 euros en Madrid o Barcelona que en Don Benito o Almendralejo”.
REFORMA LABORAL
En cuanto a la ‘contrarreforma laboral’ que se viene anunciando, Garamendi pidió análisis riguroso “y no echar por tierra un instrumento que ha permitido crear empleo con menos del 2% de crecimiento del PIB”, para añadir: “si las empresas no tienen capacidad para adaptarse a los cambios, al tiempo actual, no solo no se creará empleo, sino que se destruirá”.
En relación a este asunto, desde la Confederación Regional Empresarial Extremeña ya se ha advertido de que es necesario “dejar de lado anuncios más populistas que realistas, porque derogar la reforma laboral por las buenas sería una catástrofe para el mercado laboral español, y más aún para el extremeño, puesto que ya estamos viendo las tensiones que hay en este mercado, como ha marcado la EPA”.
Según ha apuntado Javier Peinado, una medida como la que se anuncia “lastraría la creación de empleo, porque el empresario, para contratar, tiene que tener seguridad y margen, que no se ponga en peligro la productividad y la rentabilidad, porque en otro caso se desincentivan las contrataciones, las empresas no crecen y ese es el primer paso para el cierre: no solo no se crearía más empleo, es que se destruiría parte del que hay”.
El secretario general de la CREEX ha explicado que el empresariado “está dispuesto a hablar, a analizar, a que se vea qué no funciona, y se llegue a acuerdos consensuados apelando al sentido común, porque la reforma está permitiendo crear empleo con crecimientos del PIB muy bajos, y eso nunca había ocurrido. Ahora nos encontramos con que el crecimiento será inferior al 2%, y es una temeridad eliminar instrumentos que flexibilizan el mercado laboral y permiten a las empresas adaptarse a la realidad, porque de ello dependen la competitividad y la viabilidad”.
En su conclusión, Javier Peinado ha afirmado: “no existe ese daño del que se habla con la reforma, ha sido positiva para crear empleo en situaciones de poco crecimiento y para que las empresas puedan adaptarse y funcionar. No olvide nadie que si las empresas no funcionan, no hay empleo”.