El Gobierno rebaja dos décimas, hasta el 1,6%, la previsión de crecimiento este año, pero CREEX piensa que las cuentas siguen sin cuadrar

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El Gobierno estima que la economía española crecerá el 1,6% en 2020, dos décimas menos que sus últimas previsiones, aunque “seguirá siendo superior al previsto para la zona euro”, ha señalado la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, que también ha indicado que se trata de “un crecimiento más equilibrado que el registrado en etapas anteriores”.
 
El crecimiento se mantendrá en tasas similares durante el período 2021-2023, con un ligero incremento al final. La tasa de crecimiento de España está influida por un entorno exterior más incierto y por la madurez del ciclo económico, según la actualización del cuadro macroeconómico.
 
Así, durante 2020 se incrementará el peso de la demanda interna en el crecimiento económico, con una aportación de 1,5 puntos porcentuales, por el dinamismo del mercado laboral y la recuperación progresiva de la renta disponible, debido principalmente a la mejora de los salarios. En línea con estos factores determinantes, se recuperará el consumo privado, hasta alcanzar un crecimiento estimado del 1,5%. Asimismo, se moderará el consumo público hasta el 2%.
 
Por otro lado, se prevé una aportación positiva de la demanda externa de 0,1 puntos porcentuales, por el mejor comportamiento de las exportaciones, que se estima que crezcan el 2,7%. Por su parte las importaciones tendrán un crecimiento estimado del 2,6%.
 
La tendencia en el mercado laboral sigue siendo positiva, si bien la creación de empleo se ajustará a la evolución del PIB. La tasa de paro seguirá reduciéndose y, al mismo tiempo, la población activa se incrementará. Así, se espera que el paro se sitúe en el 13,6 % este año y se reduzca hasta el 12,3% en 2023.
 
Finalmente, se prevé que la balanza por cuenta corriente siga siendo superavitaria durante todo el periodo y la economía española mantenga capacidad de financiación frente al exterior.
Este crecimiento dinámico y sostenido será compatible con una evolución contenida de los precios.
 
Desde la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) se ha cuestionado este panorama, indicando que basar la evolución económica en un incremento de la demanda interna por la vía de subir los costes laborales “no parece muy realista si se frena la creación de empleo, puesto que entonces la renta y la capacidad de consumo se limitan. No se trata de subir impuestos a los que ya los pagamos, sino que cada vez seamos más los que pagamos, y eso se consigue generando empleo”.
 
Según ha indicado Javier Peinado, secretario general de la CREEX, “ignorar la desaceleración o, peor aún, admitirla pero luego no trasladarla a las previsiones, no parece un ejercicio muy responsable”. Peinado ha comentado que todos los indicadores apuntan a una ralentización en la caída del desempleo, “y en este escenario, con fuertes correcciones a la baja del propio Gobierno sobre las previsiones de crecimiento del PIB, lo lógico sería incentivar a las empresas vía fiscal y vía contención de costes laborales, porque si no es muy difícil que se pueda crear empleo, incluso mantener el que hay”.
Asimismo, ha puesto el foco en la derogación, total o parcial, de la reforma laboral: “sería la puntilla para el empleo, una carga de profundidad que echaría por tierra lo avanzado hasta ahora”.
 
Presupuestos 2020
Por otro lado, el Consejo de Ministros ha adecuado los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública de 2020 a la realidad económica de España y a la situación de prórroga presupuestaria en que se encuentra el país desde enero de 2019. También ha informado del límite de gasto no financiero del Estado para 2020, que asciende a 127.609 millones de euros.
 
De esta forma se ponen las bases para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado de 2020, que incorporarán “las prioridades del Gobierno en materia de fortalecimiento de los servicios públicos, recuperación de derechos sociales y saneamiento de las cuentas públicas”, según la nota difundida por el Ministerio Asuntos Económicos y Transformación Digital.
 
El Gobierno ha aprobado también los nuevos objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública del período 2021-2023 que otorgan un mayor margen a las Comunidades Autónomas y la Seguridad Social. La vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, han resaltado que se trata de una senda “realista y creíble que permite avanzar en la reducción del déficit y la deuda pública sin poner en riesgo el crecimiento económico y la creación de empleo”.
 
Con estas medidas, el Gobierno “avanza en la elaboración de los Presupuestos de 2020” que, según ha destacado Montero, “pivotarán sobre el reforzamiento del Estado de bienestar, la apuesta por una transición ecológica justa, la reducción de las desigualdades y la defensa de los intereses de la clase media y trabajadora”. Asimismo, los Presupuestos contemplarán inversiones de futuro en formación profesional y digitalización.

 

Respecto a estas previsiones, el secretario general de la CREEX se ha preguntado cómo se piensa compatibilizar el incremento del déficit y del gasto público con el saneamiento de las cuentas. “La única vía sería incrementando impuestos, y ni así llegaríamos, de manera que lo previsible es que aumenten déficit y deuda y también la carga impositiva para familias y empresas, es decir, menos renta disponible, menos consumo y menos capacidad de crecimiento económico y creación de empleo”.

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