Retomar actividades, fundamentalmente en la industria y la construcción, paralizadas el pasado 30 de marzo, será positivo para la economía y el empleo, según se señala desde la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX), que insta a que se tomen todas las medidas de prevención y protección para evitar contagios “porque lo fundamental era y es la salud de las personas”.
Así lo ha señalado Javier Peinado, secretario general de la CREEX, al apuntar que el levantamiento parcial de las restricciones “se ve con cierto optimismo desde el sector empresarial, porque lo que queremos es trabajar, que es lo que sabemos hacer y es nuestra obligación”, para añadir: “asumiendo que debemos ser consecuentes y cumplir en el ámbito personal con las medidas de confinamiento, vemos también necesario que, con todas las cautelas, todas las medidas de protección y todas las garantías, se retomen algunas actividades para no paralizar el país”.
Peinado ha incidido en que es el Gobierno de España el que tiene una perspectiva más amplia y más datos para valorar la situación “y si ha decretado que se pueden retomar con condiciones, porque esto dista mucho de ser una actividad normal, algunos trabajos, sobre todo industria, construcción y afines, bienvenido sea, porque mientras más tiempo estemos parados más costará arrancar, y más riesgo se corre en la salud de las empresas y, por ende, en el empleo”.
El secretario general de la CREEX ha recordado que esta actividades, junto a las denominadas esenciales, estaban permitidas durante la primera fase del Estado de Alarma, “hasta el día 29 de marzo cuando, con esa fórmula del ‘permiso retribuido’, se envió a la gente a casa, una actuación sui generis que derivó el coste en las empresas”.
OTRA ORDEN CON NOCTURNIDAD
El dirigente de la organización más representativa del empresariado extremeño sí ha cuestionado la Orden conocida a última hora de ayer que establece nuevas limitaciones en la construcción. “Nuevamente, con nocturnidad, se impone un criterio que puede generar incertidumbres y que, en la práctica, dificulta que se pueda trabajar con normalidad”, sin cuestionar la oportunidad desde el punto de vista sanitario.
Peinado se refiere así a la Orden de Sanidad 340/2020 que prohíbe obras en edificios ya existentes donde haya personas no relacionadas con los trabajos, y donde pudiera haber “interferencias” de estas personas ajenas a las obras con el movimiento de trabajadores o traslado de materiales.
“Esto puede suponer muchas limitaciones a lo que no sea obra nueva, es decir, a reformas y reparaciones, además de incertidumbres sujetas a interpretación, ya que de la prohibición quedan exentas aquellas obras en las que, por sectorización del inmueble, se considere que no hay interferencias entre trabajadores y personas ajenas a la obra y también las que se consideren actuaciones urgentes”, ha manifestado el secretario general de la CREEX, para agregar: “en la práctica, es complicado hacer estas distinciones, y veremos cómo las interpreta la autoridad”.