Desde la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) se considera que los datos conocidos hoy de la Encuesta de Población Activa (EPA) que marcan un descenso del paro en 800 personas y un descenso también de la población activa, son coyunturales y atípicos por la situación de excepcionalidad que se vive desde mediados de marzo, y que lo relevante en este momento, más que la cifra de parados, es que las empresas se mantenga a flote para poder recuperar cuanto antes el empleo que la crisis sanitaria se está llevando por delante.
Según ha señalado Javier Peinado, secretario general de la CREEX, “veníamos de una EPA, la del cuarto trimestre de 2019, excepcionalmente negativa, donde sectores como construcción y agricultura sumaron mucho desempleo, tanto por la propia dinámica de estos sectores como por la incidencia de factores como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que desincentivó las contrataciones, y en los dos primeros meses y medio de este año la situación se iba recuperando, hasta que ha llegado la paralización económica que ha marcado el Estado de Alarma”.
Por ello, Peinado ha explicado que será cuando se conozcan los datos del segundo trimestre cuando se aprecie con claridad la profundidad del impacto económico de la crisis del coronavirus, “y creo que los datos serán muy negativos, hasta calamitosos, lo que es normal dado que muchísimas empresas están ahora en hibernación, sin actividad, y pese a que los ERTE no computen en el desempleo al ser suspensiones de contrato, sí es cierto que ha habido muchos sectores y actividades donde el empleo ha caído y sigue cayendo”.
En todo caso, el secretario general de la CREEX ha indicado que, por encima de las cifras de desempleo y de bajada de la población activa, que son muy preocupantes, “en lo que debemos fijarnos, en lo que se deben emplear a fondo las Administraciones es en que se mantenga en lo posible el tejido productivo, esas empresas que, cuando empiece a normalizarse la situación, serán las que puedan recuperar el empleo perdido”.
Para que esto ocurra, ha explicado el dirigente de la organización más representativa del empresariado extremeño, “tienen que articularse medidas, como las ayudas directas que ayer activó la Junta de Extremadura, fruto del diálogo social, y que sin ser tan cuantiosas como nos hubiera gustado, debido a la situación de las arcas autonómicas, sí constituyen un salvavidas para que nuestro tejido productivo, formado en su mayoría por microempresas y autónomos, con poco pulmón para soportar los cierres, traten de mantenerse a flote”, para añadir: “seguimos insistiendo en que el Gobierno de España no se deje nada en los cajones, que active medidas directas, exenciones de impuestos y cuotas, fondos para la recuperación, porque hasta ahora lo único han sido los préstamos ICO, es decir, endeudarnos para el futuro y sumar costes financieros, que a la larga pueden resultar insostenibles”.
A juicio de Peinado, sería “un tremendo error de consecuencias desastrosas” que el Gobierno central plantease la desescalada retirando abruptamente las escasas ayudas que existen ahora, y ha citado como ejemplo los ERTE: “si se obliga por decreto a retomar la actividad de un día para otro, y se retiran estos apoyos, obligando a las empresas a volver a incorporar a los trabajadores, veremos cómo, efectivamente, los incorporan porque es obligación legal, pero a los pocos meses la empresa se ve obligada a echar el cierre o a despedir, y eso sí que será difícil de recuperar, ese empleo tardará mucho en volver”.
