El comercio minorista ha registrado en Extremadura un descenso de sus ventas del 13,3 por ciento en marzo respecto al mismo mes de 2019, como consecuencia del impacto de la crisis sanitaria y la suspensión desde mediados de marzo de la apertura al público de muchos locales y establecimientos minoristas por la declaración del estado de alarma. Por su parte, el empleo en el sector del comercio minorista ha retrocedido en Extremadura un 0,8 por ciento en el tercer mes del año respecto al mismo mes de 2019, según ha informado el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Desde la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) se ha calificado el dato como muy negativo, aunque previsto, teniendo en cuenta además que el descenso real se concentró en las dos últimas semanas del mes, y también algo ha amortiguado el incremento de consumo experimentado en la alimentación y productos de limpieza.
Javier Peinado, secretario general de la CREEX, ha advertido que el impacto en el mes en curso va a ser mucho mayor, al abarcar las restricciones a todo el mes. “Las cifras de marzo son solo el principio de lo que nos espera, cosa por otra parte lógica y previsible por las medidas de confinamiento”, ha explicado, para añadir: “pero lo que nos preocupa ahora es cómo se van a recuperar estos establecimientos minoristas, si el Gobierno sigue instalado en negar la mayor, poniendo paños calientes como facilitar mayor endeudamiento y aplazar el pago de impuestos, que no es más que trasladar el problema de fechas”.
Para el secretario general de la CREEX “si, por mor del Estado de Alarma, los comercios no pueden abrir, no pueden facturar, lo lógico sería que se les eximiese de impuestos y cuotas, porque las ventas perdidas no se van a recuperar cuando se levanten esas restricciones, eso ya está perdido sin remisión”.
En cuanto al impacto en el empleo, Peinado ha matizado que, además de relacionarse con solo la mitad del mes, no se contabilizan los afectados por ERTE, ni los autónomos que se han dado de baja después de marzo. “La situación puede ser catastrófica si a las escasas ayudas del Gobierno sumamos ahora las restricciones y condicionantes puestos en la llamada desescalada, que van a impedir que los comercios ‘escalen’ de nuevo a la normalidad, o a una cierta normalidad. Muchos ni volverán a subir las persianas, y otros las subirán para tener que echarlas definitivamente en pocos meses, a no ser que el Gobierno rectifique y establezca un plan de apoyo real al comercio y al resto de actividades económica”, ha asegurado.
DESPLOME HISTÓRICO
En el conjunto del país, el comercio minorista ha registrado un descenso histórico de sus ventas del 14,3 por ciento en marzo respecto al mismo mes de 2019. Con este desplome, el mayor de toda la serie histórica, las ventas del comercio minorista ponen fin a 17 meses consecutivos de tasas interanuales positivas.
La declaración del estado de alarma ha conllevado el cierre al público de locales y establecimientos minoristas, a excepción de los establecimientos comerciales de alimentación, bebidas, productos y bienes de primera necesidad, establecimientos farmacéuticos, médicos, ópticas y productos ortopédicos, productos higiénicos, prensa y papelería, combustible para la automoción, estancos, equipos tecnológicos y de telecomunicaciones, alimentos para animales de compañía, comercio por Internet, telefónico o correspondencia.
Este hecho, explica el INE, ha generado una situación "sin precedentes" a la hora de recoger la información para estadística, pues ésta se recaba en abril, momento en que muchos establecimientos continuaban estando cerrados.
Según los datos del organismo estadístico, las ventas de los productos alimenticios se han incrementado un 7,2 por ciento en marzo, mientras que las de los no alimenticios se han desplomado un 29,7 por ciento. Entre estos últimos, el mayor retroceso de las ventas se ha dado en el segmento de equipo personal (-53,9%), seguido del equipo del hogar (-32,1%) y de otros bienes (-14,6%).
Las ventas del comercio minorista, sin incluir las estaciones de servicio, han caído en marzo un 12,7 por ciento en comparación con un año antes, mientras que las ventas en estaciones de servicio han bajado un 29,1 por ciento.
La facturación del comercio minorista ha bajado en marzo en tasa interanual en todas las comunidades autónomas. Los mayores descensos los han registrado Canarias (-20,2%), Murcia (-17%) y Cataluña (-16,8%), mientras que los menores han correspondido a Galicia (-8,6%) y Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana (-11,1% en ambos casos).
Por su parte, el empleo en el sector del comercio minorista ha descendido un 0,4 por ciento en el tercer mes del año respecto al mismo mes de 2019, rompiendo una racha de 70 meses consecutivos de ascensos.
Sólo las grandes cadenas han incrementado sus plantillas en marzo respecto al mismo mes de 2019, con un avance del 3,9 por ciento. Las pequeñas cadenas han reducido la ocupación un 3,5 por ciento; las empresas unilocalizadas un 1,5 por ciento y las grandes superficies, un 0,7 por ciento.
Por comunidades autónomas, el empleo en el comercio minorista ha bajado en 15 comunidades autónomas y sólo ha subido en Comunidad Valenciana (+0,8%) y La Rioja (+0,5%).
Castilla-La Mancha y Baleares, ambas con un retroceso interanual del 1,7 por ciento, han sido las que más han recortado sus ventas minoristas, seguidas de Navarra.