La Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) considera que el mes de mayo será un indicador crucial para determinar el ritmo de recuperación de la economía y la actividad productiva. Así lo ha expresado Javier Peinado, Secretario General de la CREEX, quien ha señalado que la desescalada en la emergencia sanitaria “corre paralela a la escalada en la actividad económica, y es una situación nueva para todos, para los empresarios y para los ciudadanos en general, que nos irá dando pistas de cómo van retomando el pulso sectores como la hostelería y el comercio, aún con muchas limitaciones y restricciones, y como la ciudadanía asume esta ‘normalidad anormal’ y va también recuperando poco a poco sus hábitos de consumo, con las lógicas prevenciones derivadas de las medidas sanitarias”.
Peinado ha asegurado que esta ‘escalada’ de la actividad está siendo muy lenta en la fase 1, “lo que es lógico puesto que los sectores que han podido empezar lo hacen con muchas limitaciones, como el tema de los aforos, y muchas dificultades derivadas de las medidas de prevención y protección, y al mismo tiempo la ciudadanía aún está acostumbrándose a la nueva situación”.
Respecto a la entrada de Extremadura en la fase 2 la próxima semana, el Secretario General de la CREEX espera que sea una realidad. “Así lo ha expresado la Junta de Extremadura, teniendo en cuenta los parámetros técnicos que se manejan, y esperamos que con esta fase se llegue a cierto grado de normalidad cotidiana, dentro de la anormalidad de todas las prevenciones que hay que tomar, para que suban las cifras de ventas de productos y servicios y a las empresas les resulte rentable abrir, no se convierta la apertura en una trampa que les dé la puntilla”.
El dirigente de la organización más representativa del empresariado extremeño ha señalado que el mejor escudo social que existe “es el empleo, y para que lo haya tiene que haber empresas. Hasta ahora, el tejido productivo ha estado hibernando, en cuarentena, y ahora necesita que haya mercado, que las personas acudamos a hacer nuestras compras, volvamos a demandar esos servicios”, y ha añadido: “si las empresas se mantienen en pie podrán mantener el empleo, y en función de su evolución, demandar más trabajadores, pero si se las deja caer, si cierran, eso no será posible: para la puesta en marcha de una empresa nueva se necesitan dos años de maduración, y eso hay que tenerlo muy presente”.