La Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) ha mostrado su confianza en que la finalización del Estado de Alarma anunciada ayer por el Gobierno contribuya a alentar la recuperación económica, aunque ha criticado que aún no se haya aclarado qué ocurrirá con las ayudas a las empresas para retomar la ‘anormal normalidad’.
Así, Javier Peinado, Secretario General de la CREEX, ha señalado que el asunto de la prórroga de los ERTE, que parece darse por segura aunque no haya pronunciamiento oficial, sigue envuelta en dudas: “no sabemos si se va a mantener el criterio sectorial, que sería un error, o se permitirá que sea la empresa la que decida el ritmo de reincorporación ni tampoco si se podrán hacer ERTE rotatorios o volver a trabajadores a ERTE si la empresa que los ha recuperado lo considera necesario”.
Peinado ha asegurado que “tratándose de la única medida del Gobierno realmente eficaz para ayudar a las empresas en esta crisis, creemos que ya debería haberse tomado una decisión, escuchando a los agentes económicos y sociales en el marco del diálogo social”.
Además, el dirigente de la organización más representativa del empresariado extremeño ha señalado que el decreto de ‘nueva normalidad’ impone medidas de prevención, que afectan a todas las empresas, pero especialmente al comercio y la hostelería, como es el distanciamiento social y protocolos de higiene y protección “que tienen un coste, y no se dice ni una palabra de si va a haber ayudas específicas para que estas empresas, estos negocios, que han sufrido una importante merma de ingresos por haber estado obligados a cerrar, van a contar con algún tipo de apoyo para su puesta en marcha”.
De este modo, ha continuado, “se articulan medidas que, en la práctica, suponen más gasto y menos ingresos, pero no se contemplan ayudas para negocios que ya están en la cuerda floja, y esto puede llevar a que muchos bajen la persiana después de reabrir”.
El Secretario General de la CREEX ha comentado que los vaticinios hablan de que un 30% del empleo sometido a ERTE no se podrá recuperar: “es cierto que hay empresas que ya estaban en una situación delicada, y a las que esta crisis les ha dado la puntilla, pero hay otras muchas que podrían salvarse con medidas racionales y eficaces, que siempre tendrían mucho menor coste social y económico que la quiebra de estas empresas y que todos sus trabajadores se queden en la calle, porque los daños en el tejido productivo, mal que bien, pueden repararse, pero si se pierde ese tejido es muy difícil que se recupere, sería algo a años vista, no cuestión de meses”.
Por ello, ha concluido reclamando al Gobierno “certezas, escucha activa en el diálogo social y medidas racionales y ajustadas a la situación real, porque, reiteramos, sin empresas no hay empleo, y el empleo es el mejor escudo para mantener el Estado del Bienestar”.