La Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) ha calificado de positivo el “tibio” descenso del paro en la región el mes pasado, aunque ha apuntado que no se puede hablar de buena situación cuando hay 111.000 extremeños sin empleo y miles de empresas y trabajadores que están o han estado en ERTE y cuya viabilidad pende de un hilo.
Javier Peinado, Secretario General de la CREEX, ha puesto el acento en que “curiosamente”, el empleo se está comportando durante la pandemia mejor en Extremadura que en el resto de España, cuestión que ha atribuido a que “aguantamos mejor ciertas situaciones por la configuración de nuestro tejido productivo, algo que en otras ocasiones nos perjudica”.
Asimismo, ha explicado que en la región “hemos sabido aprovechar bien la herramienta de los ERTE, que es la única medida que se ha demostrado realmente eficaz para mantener empresas y empleos, y que en Extremadura, en el seno del diálogo social continuo hemos logrado dinamizar, avanzar más en esta figura y en ayudas complementarias, y de ahí que se esté paliando la sangría para el empleo”.
En todo caso, el Secretario General de la CREEX ha hecho un llamamiento “al realismo, no al pesimismo”, y ha advertido que hay muchos empleos pendientes de un hilo con los ERTE “y su evolución dependerá de la celeridad con que se retome la escala productiva, eso marcará si esos contratos regresan o se pierden y se cierran las empresas, y esto no es solo nuestra percepción como organización empresarial, sino que creo que también la asumen Junta y sindicatos, y la sociedad debe ser consciente de ello”.
A su juicio “si el consumo no se reactiva, si la sociedad no asume que, primando por supuesto la seguridad y la salud tanto propia como colectiva, cada persona debe retomar sus hábitos, ir a los bares, a las tiendas, a los gimnasios, etcétera, para colaborar de manera colectiva en la reactivación, será difícil mantener el Estado del Bienestar que tanto costó alcanzar, porque para que se mantenga hay que sostener las empresas, que es sostener el empleo”.
Peinado ha señalado que no solo están en la cuerda floja los más de 18.000 empleos que aún se mantienen en ERTE, sino los 48.000 que lo han estado en algún momento y las 10.000 empresas que están incorporando a sus trabajadores y luego, en función de la demanda y la cifra de negocio, a veces tienen que volver a ERTE, “porque son empresas, son empleos, que están en una situación delicada, y por eso hay que seguir acompañando de manera decidida a estas empresas, ayudarlas en su retorno, porque son muchos los puestos de trabajo y mucho el tejido productivo que podría caer si no se hacen las cosas bien”.