Al menos hasta el 31 de julio, según señaló la Junta de Extremadura, en la región están prohibidas las verbenas y fiestas populares. La relajación de esta medida dependería, en palabras del Presidente del Ejecutivo extremeño, Guillermo Fernández Vara, de la evolución de la pandemia. Sin embargo, los rebrotes aparecidos en los últimos días hacen prever que esta prohibición se mantenga más allá de julio, y, de hecho, ya son muchas las localidades que han suspendido ferias y fiestas previstas para agosto (cuando se celebra el grueso de las ferias de los pueblos extremeños), septiembre e, incluso, octubre.
Ante esta situación, desde la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) se pide a los ayuntamientos que hagan ‘de la necesidad, virtud’. Según el Secretario General de la CREEX, Javier Peinado, “no podemos permitirnos en la situación excepcional que vivimos que haya recursos ociosos, sin utilizar, hay que volcarse en la prioridad, que ahora es mantener vivo el tejido productivo, porque eso es actividad económica, empleo y aportación al sostenimiento del Estado del Bienestar”.
Por ello, Peinado ha pedido a los responsables municipales de la región que dediquen el presupuesto que había previsto para ferias y fiestas “a apoyar a las empresas locales, que están muy tocadas por la parálisis económica y que corren grave riesgo”. A su juicio, no tendría sentido que unos fondos que ya están contemplados en el presupuesto municipal “se mantengan ahí, en la ‘caja’, por decirlo de alguna manera, mientras las empresas de la localidad se ven abocadas al cierre y se pierden empleos”. El dirigente de la organización más representativa del empresariado extremeño también ha señalado: “no podemos obviar que las ferias y fiestas, además del elemento de diversión, tienen un fuerte componente económico, dan empleo y generan actividad para los empresarios de las atracciones, para las orquestas y para el sector de la hostelería, entre otros, por lo que en estas ayudas debería considerarse este factor, al ser las actividades más castigadas por la suspensión”.
En cuanto al tipo de acciones que podrían abordarse con estos fondos, el Secretario General de la CREEX ha indicado que en algunos casos ya se ha optado por ayudas directas a las empresas y autónomos, o por la financiación de gastos adicionales como las inversiones para dotarse de medidas de protección en los centros de trabajo. “Lógicamente, han de ser los alcaldes y las alcaldesas, que son quienes mejor conocen la situación en sus localidades, quienes diseñen las medidas, pero teniendo siempre en cuenta la situación de precariedad que viven empresas y autónomos”, ha explicado, para agregar: “toda cantidad, por pequeña que pueda parecer, suma, y es una ayuda en estos momentos donde la liquidez por falta de ingresos es acuciante. Ningún responsable municipal quiere, eso está claro, que las empresas de su pueblo o ciudad tengan que echar la persiana, pero para eso necesitan que se las ayude con todo lo que esté disponible”.
Además, ha recordado que también es prioritario que los ayuntamientos “sigan agilizando, en la línea marcada por la FEMPEX y las Diputaciones Provinciales, todos los pagos que tengan pendientes, de facturas o de ayudas, y también que aceleren las licitaciones previstas de obras o servicios, porque el tejido productivo lo necesita de manera urgente”.