Desde PREVEEX llevamos bastantes años acompañando a las empresas en su lucha contra los Accidentes Laborales de Tráfico. Por este motivo, cuando FESVIAL contactó con nosotros para participar en una jornada sobre Seguridad Vial en la Empresa, nuestra respuesta fue un SÍ rotundo.

La estructura de la jornada nos situó en la mesa de los agentes económicos y sociales, y nos ha permitido dar una visión más emocional que técnica de los accidentes de tráfico, y cómo los mismos afectan a trabajadores y empresas de una forma, en ocasiones, demasiado traumática.

La ponencia realizada por D. Luis Ferreira, Técnico de PREVEEX de esta Confederación, ha estado dirigida a la reflexión de la situación de las empresas ante esta lacra, y a las dificultades que encuentran a la hora de poner en marcha de forma activa, mecanismos eficaces para su erradicación.

La CONFIANZA es la base de la relación empresa-trabajador.

 “Cuando una EMPRESA encomienda una gestión a una PERSONA, está depositando en él una CONFIANZA y sus equipos de trabajo, para que éste pueda realizar con éxito la misión encomendada”.

Desde esta premisa positiva de la CONFIANZA, ponemos en situación que tanto las empresas como los trabajadores deben y quieren apostar por la seguridad vial.

Cuando desgraciadamente se produce un accidente de tráfico, aunque nos encontremos en la mejor situación y el trabajador no haya sufrido daños físicos, seguro que si tendrá “metido el miedo en el cuerpo”, sus compañeros también se verán afectados por el “susto”, y se producirán daños materiales a los equipos de trabajo y probablemente los compromisos con clientes se vean interrumpidos… y todo esto pensando en que no haya daños físicos. 

Es por todo esto que las empresas entienden que, “no hacer nada” no es una opción y, comiencen las gestiones para poner remedio.

Dificultades de actuación.

En primer lugar, se comienza siempre con un análisis de las dificultades que la empresa puede encontrarse para, más adelante, actuar sobre las mismas.

En este punto, estimamos que existen dos tipos de dificultades (FACTORES DE RIESGO), las que conocemos o podemos conocer el estado exacto de la misma y las que son completamente opacas para la empresa.

Comenzando por algunas del primer tipo:

• La más obvia es que las carreteras no son propiedad de la empresa, y por lo tanto la misma no podrá mantenerlas o repararlas cuando detecte deficiencias en la misma.

• La empresa tampoco podrá modificar las condiciones climáticas ni prever o evitar la invasión de animale en las calzadas.

• No podrá decidir la cantidad, ni tipo de tráfico de las carreteras.

• Tampoco puede decidir destinos de los desplazamientos, pues los mismos vienen determinados por clientes.

Por otro lado, entre las de difícil determinación encontramos:

• El estado del vehículo (cuando el mismo no es propiedad de la empresa).

• La habilidad intrínseca del trabajador para conducir.

• Estado del mismo. Las personas:

  • No tenemos la misma atención a primera hora que a media mañana.

  • Tampoco reaccionamos igual los días buenos, que en aquellos en los que nos afecte de alguna forma nuestra vida privada.

  • Si un día nos duele la cabeza o estamos con tratamientos médicos, tampoco tendremos la misma atención, ni reflejos.

  • Por supuesto, si nos hemos tomado un vino no daremos positivo, pero nuestras capacidades se verán afectadas en mayor o menor medida, sin entrar ya en situaciones y sustancias donde conducir bajo sus efectos se considera delito.

De estas últimas circunstancias, la empresa tiene una incertidumbre absoluta de las capacidades concretas del conductor pero además, el mero hecho de intentar informarse puede tomarse como un ataque frontal a la privacidad del trabajador, obviando que el objeto de la misma es protegerle a él y al resto de usuarios de la vía de las posibles consecuencias fatales de un accidente de tráfico.

¿Y de qué herramientas dispone la EMPRESA?

Pues en realidad la única herramienta completa de que dispone la EMPRESA son los PLANES DE MOVILIDAD Y SEGURIDAD VIAL.

Los mismos se basan en los 6 principios que se muestran a continuación:

1. EL COMPROMISO DE LA EMPRESA para reducir la siniestralidad laboral vial.

2. La DEFINICIÓN DE LA ORGANIZACIÓN DE LA GESTIÓN de la movilidad y seguridad vial en la EMPRESA.

3. Sistema de información sobre movilidad y accidentalidad vial.

4. Evaluar los riesgos viales.

5. Establecer medidas de prevención que controlen, minimicen o eliminen los riesgos evaluados.

6. Realización de una EVALUACIÓN y SEGUIMIENTO del plan de movilidad y seguridad vial.

¿Quiénes intervienen en el PLAN DE MOVILIDAD Y SEGURIDAD VIAL?

 TODOS. Todos los TRABAJADORES de la EMPRESA.

  COROLARIO

En esta guerra de la seguridad vial, sólo podremos vencer si TRABAJADORES y EMPRESAS reman en la misma dirección, con positividad y siendo proactivos, para vencer las dificultades expuestas y poder logra el objetivo

0 accidentes.

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