Valdecañas: prueba de fuego para el desarrollo sostenible (y sostenido)
En Extremadura estamos más que habituados a estampas como las de nidos de cigüeñas o colonias de cernícalos en campanarios y torres de nuestros pueblos o ciudades. Esta imagen, para nosotros normal, resulta sorpresiva para muchos de los que nos visitan. No reparamos, por tanto, en cómo hemos logrado ese equilibrio con el resto de seres vivos del mismo hábitat, una armonía basada en muchos siglos de cohabitación.