El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó un 1,6% en enero respecto al mes anterior y recortó tres décimas su tasa interanual, hasta el -1,3%, una caída menor que la que se preveía en función de la evolución de los precios del componente energético y, en particular, del petróleo. El dato de IPC del mes de enero es el resultado, por un lado, de la estabilización de los precios del petróleo a comienzos de este año en el entorno de los 50 dólares/barril de Brent. Asimismo, han tenido una influencia al alza de la inflación tanto la evolución de los precios de los alimentos sin elaborar (legumbres y hortalizas frescas) como la del sector servicios, que siguen manteniendo a la inflación subyacente en el terreno positivo.
Para CEPYME, organización a la que pertenece la CREEX, la utilización de la capacidad productiva instalada, así como una previsible evolución moderada de los costes, en particular de los energéticos y laborales contribuirán también a mantener una estabilidad en los precios. La Confederación recuerda que este contexto de inflación es favorable y contribuye a mejorar la competitividad de las pymes.