El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes la propuesta de programación de los fondos estructurales europeos para el período 2014–2020. La cantidad, que asciende a 36.000 millones de euros, supone un ligero incremento del 1% sobre lo otorgado por Bruselas durante el período anterior, pero incluye una importante restricción: no podrán usarse, como se había hecho tradicionalmente, para financiar infraestructuras tradicionales, y deberán concentrarse en I+D o pymes, entre otros.
Así lo confirmó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Si bien el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) se había destinado hasta la fecha a inversiones en infraestructuras, ahora se va a enfocar hacia la economía del conocimiento. Esto significa ayudas al empleo, planes medioambientales, transporte sostenible, mejorar el uso y acceso de las TIC, inversiones en educación, infraestructuras de saneamiento y depuración e inclusión social, además de la I+D y Pymes.